Se cita en una parte de la historia del hombre que la absenta tomó forma de la mano de una congregación religiosa dirigida por mujeres y luego de un hombre que decidió industrializar su fabricación. A tal punto llegó a cobrar fama la bebida verde que en un momento los bodegueros del momento llegaron a preocuparse porque comenzó a reemplazar al vino en el consumo de bebidas como el producido por la fermentación de un fruto hermoso como la uva.
Según recoge en su publicación Juan Antonio Pascual para Computer Hoy, pocas bebidas alcohólicas poseen el halo místico y la maldición de la absenta. Conocida como el Hada Verde por sus seguidores, o el Diablo Verde por sus detractores.
Acusada de provocar alucinaciones, e incluso la locura, fue prohibida durante un siglo en muchos países. En Francia y otros lugares aún hoy en día no se puede comprar.
Cuenta la leyenda que el inmortal Vincent Van Gogh estaba ebrio de absenta cuando se cortó la oreja para regalársela a una prostituta, de la que se había enamorado. Grandes artistas y escritores como Picasso, Oscar Wilde, Degas, Hemingway, o Manet, eran conocidos bebedores de absenta. Fue la bebida más popular de Francia en el siglo XIX, hasta que en 1915, repentinamente se prohibió.
¿Es cierto que la absenta provoca alucinaciones, e incluso la locura? ¿Por qué era tan popular entre los artistas? ¿Su mala fama fue provocada por la Iglesia y los dueños de viñedos, que veían caer el consumo del vino?
Esta es la historia, los peligros y los mitos de la absenta.
Medicina religiosa
La absenta es una bebida alcohólica de alta graduación que contiene ajenjo, hinojo y anís, irónicamente llamadas La Santísima Trinidad.
También se utilizan otras muchas hierbas, como el hisopo, la nuez moscada o el regaliz, pero se consideran variaciones.
La leyenda dice que la absenta fue inventada por un doctor francés llamado Pierre Ordinaire, alrededor de 1792. Pero fueron las monjas del convento de Couvet, en la frontera de Francia y Suiza, las que comercializaron la bebida.
Al principio se vendía como una pócima medicinal para tratar la fiebre y los problemas de estómago. Así es como se hizo muy popular entre los soldados franceses. Un personaje llamado Mayor Dubied compró la receta a las monjas, y montó la primera destilería de absenta, que comercializó bajo el nombre de Dubied Père et Fils, en 1797. Tuvo tanto éxito que su segunda destilería, Maison Pernod Fils se convirtió en la marca de referencia, hasta el punto de que en los cabarets de prestigio no se pedía absenta, se pedía un Pernod Fils.
A mediados del siglo XIX la absenta ya se comercializaba en toda Europa. En Francia se convirtió en la bebida más popular del país. En muchos cabarets a las cinco de la tarde se celebraba l’heure verte, la Hora Verde, en donde se bebía absenta.
En 1910 se vendieron 36 millones de botellas de absenta, solo en Francia. Pero ese mismo año se prohibió en Suiza. Y cinco años después, en Francia. ¿Qué ocurrió para que pasase de ser la bebida más consumida a la prohibición total en solo 5 años?
Bohemios, artistas… ¿y trastornados?
Aunque la absenta era consumida por todo el mundo, se asoció a los artistas y escritores del siglo XIX y XX. Van Gogh, Picasso, Oscar Wilde, Degas, Pessoa, Hemingway, o Manet y otros muchos, principalmente franceses, eran grandes consumidores de absenta. Muchos de ellos aseguraban que les ayudaba a encontrar la inspiración. Una pasión que plasmaron en sus novelas y en sus cuadros.
El propio Pablo Picasso pintó numerosos cuadros en donde los protagonistas bebían absenta:
La absenta se asoció al movimiento bohemio, y más tarde a la versión más festiva de La Belle Èpoque.
Tendencias culturales y nuevos modos de vida libertinos que no eran bien vistos por lo sectores más conservadores de la sociedad. Y la absenta iba a ser el chivo expiatorio.
Al mismo tiempo que la nueva bebida alcohólica crecía en popularidad, se difundían también los rumores de que provocaba graves alucinaciones, e incluso la locura. Muchos de estos inolvidables artistas, que confesaban públicamente que bebían grandes cantidades de absenta para inspirarse, luego protagonizaban ruidosos escándalos relacionados con su vida amorosa o social, que no eran bien vistos por la sociedad de la época.
Una bebida maldita
Dicen las malas lenguas que el rumor de que la absenta era un veneno para la sociedad fue extendido por los grandes propietarios de viñedos (entre los que se encontraba la Iglesia), que veían como el vino se consumía cada vez menos, por culpa de la absenta.
El mismísimo Alejandro Dumas, autor de Los Tres Mosqueteros, declaró que “la absenta ha matado a más soldados franceses en África, que las balas árabes“.
La cabeza de turco fue un alcohólico suizo llamado Jean Lafray, que en 1905 mató a tiros a su mujer y a sus dos hijas, “porque se habían negado a limpiarme los zapatos“. Lafray había ingerido hasta cinco bebidas alcohólicas diferentes, desde vino hasta coñac, pero también tomó dos copas de absenta, y la prensa acusó al Diablo Verdede provocar la locura de Lafray. En 1910 se prohibió en Suiza, en 1912 en Estados Unidos, y en 1915 en Francia. Este es el cartel publicitario que anunciaba la prohibición. Puede verse cómo el veneno de la Absenta es representado en forma de mujer, cruelmente ajusticiada por el hombre recto y juicioso:
En países como España o Reino Unido nunca llegó a prohibirse pero su consumo decayó hasta casi desaparecer, aunque hoy en día es una bebida que se toma con regularidad en bares y locales de Cataluña.
La verdad sobre la absenta
¿Qué hay de cierto en el mito de la absenta? ¿Su prohibición estaba justificada? ¿Es verdad que provoca alucinaciones?
Estudios rigurosos llevados a cabo en los últimos años certifican que la absenta no es una bebida tóxica, no produce alucinaciones, y no es perjudicial para la salud (salvo que abuses, como toda bebida alcohólica). Todos los problemas, locuras y escándalos asociados a su ingestión, se deben a su alta graduación alcohólica, que puede alcanzar hasta los 89 grados. Por eso se bebe mezclada con agua, pero si no se moja correctamente la alta graduación puede provocar una fuerte borrachera.
El único componente peligroso de la absenta es la tuyona o tujona, un aceite esencial que consumido en grandes cantidades puede ser tóxico y provocar convulsiones (aunque no alucinaciones). Pero en la absenta está muy diluido, hasta el punto de que hay más tuyona en una conocida crema medicinal que a todos nos han puesto en el pecho cuando éramos niños o hemos aspirado para aliviar los catarros, que en la absenta. Aún así las bebidas alcohólicas que se comercializan en la Unión Europea deben tener un nivel máximo de tuyonas de 10 mg por Kilo.
Muchas marcas comerciales aún fomentan su imagen de bebida peligrosa, como gancho para vender:
El ritual de una bebida mítica
La absenta se vende en botellas que alcanzan una graduación de entre 45 y 80 grados. Su característico color verde se debe a la clorofila de las hierbas que se desprende durante la doble destilación. Sin embargo debe madurar durante varios meses, y su color cambia de verde a marrón. Por tanto una absenta bien elaborada no debe ser demasiado verdosa.
No se bebe sin más, sino que existe un verdadero ritual, precisamente para reducir esta elevada graduación.
Se sirve en una copa que tiene la base esférica, para contener la absenta en estado puro. Sobre la copa se sitúa un cucharilla con agujeros, sobre la que se coloca un terrón de azúcar. Entonces se echa agua al gusto sobre el terrón, que se deshace y cae sobre la absenta. Como el agua no se diluye en esta bebida, se forma una especie de solución lechosa, llamada louche. En ese vídeo puedes ver el ritual completo:
En algunos lugares el terrón de azúcar se tuesta previamente al fuego, pero los puristas lo rechazan porque cambia el sabor de la absenta.
En su época de máximo apogeo, a principios del siglo XX, casi todos los bares tenían un bidón de agua fría con un grifo, para que los bebedores de absenta pudiesen añadir agua a su bebida en cualquier momento.
Comenzó siendo una pócima para bajar la fiebre, e incluso se usó como afrodisíaco. Dicen que fue la causa de que Van Gogh se cortase la oreja, e inspiró a algunos de los escritores y pintores más grandes de la historia. Musa de la Bohemia, fue prohibida durante un siglo, y aún no se puede comprar en algunos países. Pocas bebidas alcohólicas han tenido una vida tan accidentada y caótica como aquellos que abusan de ella.
Pero al fin se ha desprendido de las acusaciones infundadas, aunque el mito de la absenta sigue ahí, negándose a desaparecer. El Hada Verde, o el Diablo Verde, según a quién preguntes. ¿Quién acabará imponiéndose?