El Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino aceptó el planteo de Vélez y dio marcha atrás en la segunda amonestación que recibió Nicolás Domínguez en el triunfo del Fortín ante River del último fin de semana en el Monumental.
Andrés Merlos, árbitro de aquel encuentro, fue parado y no tendrá actividad en la octava fecha de la Superliga Argentina.
La información fue dada a conocer por la entidad de Liniers en su cuenta de Twitter, en lo que significó un fallo casi sin precedentes.
“Este martes, el Tribunal de Disciplina de la @AFA aceptó el reclamo presentado por la Comisión Directiva de #Vélez y anuló la segunda amarilla recibida por Nicolás Domínguez frente a River. El jugador estará a disposición del DT para el cruce ante @ClubDefensayJus”, escribió el “Fortín en esa red social.
La jugada polémica se produjo a los 43 minutos del segundo tiempo cuando Vélez ganaba 2 a 1 y Domínguez intentó tapar un remate que le rebotó en el cuerpo, pero Merlos entendió que había pegado en la mano y como ya tenía tarjeta amarilla le sacó la segunda amonestación que derivó en expulsión y penal para el “Millonario”, que luego el arquero visitante Lucas Hoyos se lo desvió a Ignacio Fernández.
Sin embargo, el Tribunal de Disciplina aceptó el descargo del conjunto de Liniers y le quitó esa segunda amarilla, por lo que anuló la expulsión y ahora podrá jugar este fin de semana frente a Defensa y Justicia.
Este fallo que parecía no tener precedentes, registra un caso que en su momento levantó polvareda y que se registró el 22 de marzo de 2011, cuando el Tribunal de Disciplina revocó el fallo de un árbitro.
En esa ocasión, el organismo anuló la segunda tarjeta amarilla que recibió el entonces mediocampista de Tigre Martín Galmarini en el partido jugado entre Gimnasia y Esgrima (La plata) y el “MAtador”.
A partir de un video aportado por el club de Victoria y una nota de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), el Tribunal corrigió la sanción decidida en la cancha por el referí Germán Delfino, que entendió que Galmarini cometió una mano en una acción que terminó en gol de su equipo, cuando el partido estaba 1-1.
El jugador fue expulsado por doble amonestación y su equipo, finalmente, perdió 2-1.
De todas maneras, el mediocampista no pudo jugar la fecha siguiente porque igualmente esa primera tarjeta amarilla que le quedó significó haber llegado a la quinta amonestación.
Otro antecedente parecido se dio en 1994, pero el torneo de Primera B Nacional cuando el árbitro Mario Gallina cobró en el partido Talleres de Remedios de Escalada-Quilmes un penal para el “Cervecero” por una supuesta mano de Claudio Larramendi -el balón pegó en el pecho- que derivó en su expulsión por doble amarilla, luego quitada por el Tribunal de Disciplina.
