Un potente terremoto de magnitud 7,7 golpeó ayer entre las islas de Cuba y Jamaica, a 120 kilómetros de la costa jamaicana y 80 de Cuba a las 14,10 hora local y a 10 kilómetros de profundidad. El sismo provocó que el Centro Internacional de Tsunamis diera inicialmente la alerta por olas de tsunami en Cuba, Jamaica y las Islas Vírgenes, estas últimas más alejadas del punto donde se movió la tierra en el mar Caribe. “Olas peligrosas de tsunami de este terremoto son posibles a 300 kilómetros del epicentro de las costas de Jamaica… Islas Caiman y Cuba”, informó el Centro Internacional de Tsunamis nada más producirse el temblor, pero dos horas más tarde desactivó la alerta.
El Servicio Geológico de Estados Unidos coincidió en que no había peligro de tsunami por el sismo, pero sí avisó de la llegada de olas de altura elevada en Belice, Cuba, Honduras, México, Islas Caimán y Jamaica. El temblor se reportó inicialmente como de magnitud 7,3 pero fue después revisado al alza y centrado en el mar entre Jamaica, Cuba e Islas Vírgenes.
Por el momento no se han informado de daños, aunque varios edificios de Kingston, capital de Jamaica, fueron desalojados como medida preventiva. El temblor también se sintió en varias provincias de Cuba y provocó la evacuación de edificios de La Habana, sin que se reportaran en lo inmediato daños de entidad. “El sismo fue perceptible en varias provincias, como Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas (este), Cienfuegos (centro), La Habana, Pinar del Río y el Municipio Especial de la Isla de la Juventud (oeste), han referido varias personas a través de las redes sociales”, indicó el sitio gubernamental Cubadebate.
El Servicio Geológico de Estados Unidos informó que el sismo causó temblores fuertes en el extremo oeste de Jamaica y que fue sentido en algunas pequeñas islas del área del Caribe. La agencia federal estadounidense detalló que algunas personas en Miami dijeron haber sentido el temblor.
Las redes sociales se llenaron de reseñas del sismo en el área del Caribe, donde desde el pasado 28 de diciembre comenzó en Puerto Rico una inusual actividad sísmica que tuvo su punto culmen el día 7 de enero con un sismo de magnitud 6,4.