La vieja discusión copia-original se agrava cuando se interponen las relaciones de filiación. En el pop británico hay numerosos ejemplos: John Lennon, Peter Hook, Edwyn Collins, Simon Jeffes (Penguin Cafe Orchestra)… Tipos ilustres con retoños que lo intentan con mayor o menor fortuna en el mismo campo trillado de sus progenitores.
Predestinado a continuar la estela paterna desde que apareció en la portada de “New Boots And Panties!!” (1977), la obra cumbre de Ian Dury (1942-2000), un granadito y reencontrado Baxter Dury, ya con 48 años, entraría en la liga del mimetismo feliz junto con otras excepciones como Arthur Jeffes. Pero ahora nos importa Dury, un tipo de indiscutible identidad interpretativa, musical y literaria, con excelentes discos como los recientes “Prince Of Tears” (2017), “BED” (2018) –su proyecto con Etienne de Crécy y Delilah Holliday– y el actual “The Night Chancers”.
Un álbum que repasa, consolida y amplia los diferentes alter egos estilísticos de un voyeur mayúsculo que brinda con su timbre vocal la fortuna de disfrutar otra vez del cockney. Títulos como “Saliva Hog”, “I’m Not Your Dog” (a quien se parece aquí es a Daniel Darc) y “Slumlord” integran un trabajo conceptual centrado en la vida moderna, la especialmente alevosa, con muchos de sus peligros, obsesiones y adicciones encarnados en una patulea de personajes, cada uno protagonista de su propia viñeta. Todo en una noche.