Dos hombres comenzaron hoy a ser juzgados por el crimen de un médico que fue asesinado a balazos, hace seis años, durante un intento de robo delante de su esposa y sus dos hijos, en la Ciudad de Mendoza, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Jonathan Morales (32) y Andrés Merlo (32), acusados del homicidio de Sebastián Prado (36), cometido en septiembre de 2013.
En la primera jornada de audiencia, se leyó la elevación a juicio y la fiscalía solicitó no publicar los rostros de los imputados porque habrá testigos citados a este juicio por jurados que deberán realizar una rueda de reconocimiento.
“Me va a dar tranquilidad si son condenados, podré decir a Sebastián misión cumplida”, resaltó Blanca Sotelo (73), madre de la víctima, quien pidió justicia por su hijo y dijo que aceptará la decisión del jurado.
En tanto, el abogado defensor de Merlo, Cristian Vaira Leyton, dijo ante un medio local que convencerán al jurado, con pruebas, acerca de cómo sucedieron realmente los hechos aquella noche.
“No hay absolutamente nada que retorcer porque la realidad por sí sola muestra cómo hemos llegado al juicio con Ismael Merlo, que no es el acusado de matar al doctor Prado”, afirmó el letrado.
El crimen ocurrió la noche del 6 de septiembre de 2013, cuando el medico traumatólogo, que se desempeñaba como jefe de Traumatología del Hospital Central, estaba en la puerta de su vivienda ubicada en calle Perú y López de Gomara, en la sexta sección de la Ciudad de Mendoza, junto a su esposa y sus dos hijos.
Los investigadores señalaron en aquel momento que Prado fue sorprendido por dos delincuentes con intenciones de robo cuando intentaba subir a su Renault Duster, en el cual ya se encontraban su pareja y sus dos hijos.
En ese momento, el médico se resistió y uno de los asaltantes, con el rostro cubierto, disparó con un arma de fuego y le dio tres balazos al médico, en el antebrazo, en la espalda y en el abdomen.
Prado, luego del ataque, fue auxiliado por los vecinos y trasladado hasta el Hospital Lagomaggiore, donde murió como consecuencia de las heridas que recibió a pesar del esfuerzo de sus colegas.
La Policía Científica trabajó en el lugar del crimen y levantaron en el lugar vaina servidas del arma que utilizó el homicida, además por la conmoción que despertó en la sociedad mendocina, el gobierno de la provincia ofreció una recompensa para aportar datos de los responsables y esclarecer el hecho.