Por CAROLINA JACKY / En los últimos años se realizaron cambios en los procedimientos judiciales, según nos decían, para un mejor acceso a la justicia.
Mientras en distintas provincias se avanzó en los juicios por jurado, Mendoza avanzó con “la oralidad”, y en ese camino reformó los Códigos de Procedimientos en distintos fueros.
Dentro de esta “Revolución de lo Sencillo”, como se denominó a estos cambios, hasta se construyó un “polo judicial” para trasladar allí todo el fuero penal.
Ahí está la obra del “polo judicial” sin inaugurar, preparado para una justicia que no será igual.
Los Códigos de Procedimientos que se publicitaron con bombos y platillos hoy están para el museo.
No solo la oralidad prevista en ellos ha cambiado, sino que no volverá.
También muchas de sus normas han quedado obsoletas.
Mientras en esos tiempos la Justicia Federal ya venía digitalizando el servicio de justicia, ya se subían escritos a una plataforma digital, quienes trabajaron en la reforma de nuestros Códigos de Procedimiento nada previeron al respecto.
Más allá de las deficiencias que tuvieron y tienen estos Códigos, especialmente el de Familia, que ha llevado al colapso del sector, ninguno de los iluminados burócratas que pensaron esas normas tuvieron en cuenta una “Justicia Virtual”.
Seguramente ningún especialista en sistema fue consultado para esas reformas.
¿Cuantos profesionales en sistema, muchos que ya trabajaban y trabajan en el Poder Judicial Provincial, fueron consultados en esas reformas?
Nada sobre virtualidad está previsto en dichos Códigos, hoy hay que producir jurisprudencia e invocar jurisprudencia que ya se está formando.
No está previsto como notificar una demanda en forma electrónica, sin papel y sin que tenga que ser entregada en mano.
Como esto infinidad de situaciones que hoy dependen de la buena voluntad, lógica y sentido común de las partes y de los magistrados.
Hoy algunos tribunales en nuestro país han aceptado la notificación vía whatsapp. Antes de opinar recomiendo que consulten con un experto en sistema sobre la seguridad de este medio, y después hablamos.
En un mundo donde la gran mayoría de la población tiene un teléfono inteligente (Smartphone), si buscamos al demandado por whatsapp, la notificación por ese medio tendría la misma validez que esa cédula que se entrega por debajo de la puerta.
Para quienes estudiaron la historia de nuestro Código Procesal Civil, les recuerdo que el mismo decía que el oficial notificador, de no ser atendido, debía “clavar el cedulón en el árbol más cercano a la casa” y así se notificaba.
El whatsapp es más seguro que cualquier árbol, algo que los futuros legisladores deberán saber.
Los Códigos Procesales impulsados por el Poder Ejecutivo a cargo del entonces Gobernador Lic. Alfredo Cornejo fueron aprobados por legisladores de todos los partidos.
Parece que nadie pensó en un futuro cercano, o sencillamente no pensaron.
Ni el Colegio de Abogados advirtió sobre esto.
Es evidente que nunca se pensó seriamente en digitalizar la justicia.
Hoy vemos como muchos profesionales insisten en volver al pasado sin darse cuenta que hemos saltado a un futuro del cual no vamos a retroceder.
Quien no se adapte a los cambios sobre Justicia Virtual deberá pensar en dedicarse a otra actividad.
COVID19 ha llegado para quedarse por mucho tiempo, que no se quiera aceptar es otra cuestión, pero la lógica y el sentido común nos dice lo que debemos hacer.
No solo los magistrados y funcionarios del Poder Judicial y sus empleados, sino también los profesionales del derecho y auxiliares de la justicia tienen que aprender a trabajar en forma remota y virtual.
Los clientes también deberán aggiornarse y habrá que ayudar a que lo hagan, si quieren hacer valer sus derechos tendrán que hacerlo.
Hoy le toca al Gobernador Suarez avanzar en una nueva reforma judicial.
Existen créditos internacionales para destinar especialmente a la digitalización del Poder Judicial, y esto es de conocimiento de nuestro Gobernador.
Tal cual en su momento el Lic. Cornejo avanzó con la revolución de lo sencillo, hoy el Dr. Suarez, con más conocimiento de la justicia, debe impulsar la “Justicia Virtual”.
Es urgente que se atienda esto con seriedad y con la intervención de profesionales en sistema, que los hay hoy en el mismo Poder Judicial, para que colaboren con gente del derecho con conocimientos en manejo de sistemas y de digitalización, todo ello a fin de elaborar una profunda reforma de todos los códigos de procedimiento.
Estamos ante una gran oportunidad de dar un salto de calidad en la administración de justicia, algo que también beneficiará en los costos de la misma.
Con “Justicia Virtual” se ahorrará mucho espacio físico, se eliminarán muchos insumos y se podrán lograr beneficios en costos que redundarán a favor de clientes y profesionales.
Hay que resetear el cerebro jurídico/judicial que tenemos e instalar un nuevo software para trabajar en “Justicia Virtual”
Carolina Jacky