Por CARLOS FERNANDEZ / Hace mucho que cada tanto suena el río sobre supuestas irregularidades en el Departamento General de Irrigación y puntualmente en la Zona Este de Mendoza.
No es un tema nuevo, es de larga data y que se ha venido acrecentando día a día, por miedo, por falta de compromiso, entre otras situaciones. Rara vez había nombres y apellidos, tanto del lado de los denunciados como de los denunciantes.
Muchos productores sumisos no se atrevían a marcarle la cancha al funcionario de turno, por temor a la represalia, como suele suceder en estos casos, poniendo en riesgo a la propiedad que con tanto esfuerzo venían manteniendo, en muchos casos, varias generaciones de productores mendocinos.
Pero como en la historia de la humanidad los movimientos no se suceden de arriba hacia abajo. Si no todo lo contrario. Y ahora las denuncias tienen nombre y apellido y también un grito contenido en la garganta y un puño impotente que se atreve al reclamo. Poniendo el ojo en la falta de eficiencia de los controles internos, que alimentan este tipo de situaciones, fomentando o dejando pasar asuntos importantes que dañan el patrimonio de Irrigación, de los usuarios, de la economía de la provincia y la credibilidad de la institución. El caro asunto no es nuevo, pero en algún momento la gota rebalsa el vaso.
Las historias ahora se hicieron visibles desde el departamento de Santa Rosa, sobre dos Inspecciones y la Asociación que las nuclea. Producto del hartazgo de los productores que vienen denunciando estas irregularidades. Algunos de ellos son Marcelo Navarro, Mirtha Reyes, Alberto Calanose, Sergio Fortuna, Carlos Olivares, Zoppis, entre muchos otros regantes vinculados a los Canales Santa Rosa y California.
Departamento General de irrigación
LEY DE AGUAS Principios hídricos contemplados en la ley de aguas Consideraciones Generales Sobre Aguas Subterráneas en la Pcia. de Mendoza (Oasis Norte) Apartados I. Disposiciones generales
Las graves irregularidades denunciadas se encuentran todas documentadas y acreditadas, en innumerables notas, certificaciones notariales, fotografías, denuncias judiciales, entre otras. Este tipo de situaciones y el “negocio del agua” ya en Noviembre de 2016 era denunciado por un alto funcionario gubernamental.
“Las denuncias van desde la tala de árboles de forma irregular, sin autorización de los propietarios, ni solicitud para tal acción ante Dirección de Bosques. También la venta del producido de la madera, sin rendición ni a los propietarios ni a la Inspección, falta de limpieza de canales, compuertas en mal estado, agua que se pierde y otra que nadie sabe cómo se destina porque a muchos propietarios no les llega. No había cuadros de turnado, contratación de trabajos con sobrefacturaciones, facturas irregulares. Hubo delegados como en mi caso que ya en 2017 denuncié las irregularidades que veía y me apartaron de todo, las denuncias quedaban en nada y pusieron a otro”, apuntó Navarro.
Esta denuncia hace blanco en un Inspector hoy suspendido Antonio Estévez, hoy mano derecha de Jorge Castillo de La Salada.
“Todos estos desmanejos, se han ido acrecentando, producto del no te metas”, sostiene Reyes. A lo que agregó Navarro: “De a poco se fue formando un grupo de productores cansados de las irregularidades y viendo el desmanejo y abandono del patrimonio de Irrigación, que es un bien de todos y no de unos pocos. Estudiamos la Ley de Aguas y descubrimos que no se cumplía y tampoco se cumple acabadamente con lo que la norma dispone. Los controles no se llevan a cabo desde el HTA, que es el organismo encargado de dicha situación. Notas que jamás se contestan, salvo una cuando reclamamos que no se nos permitñia auditar las carpetas de gastos, manifestándosenos que solo le correspondía a los revisores, a quienes les hacían firmar una nota de estilo de dos renglones como que estaba todo bien. A ella respondimos que dicho organismo no cumplía con lo que la ley establecía y luego nunca más. Han transcurrido ocho meses de la no aprobación por asamblea de los balances de los canales Santa rosa y California. De las incontables denuncias que no se investigan la única medida que se tomó luego de tanta presión popular fue la suspensión de los inspectores Estévez y Salomón, pero igual se les permitio participar de las elecciones llevadas a cabo en noviembre pasado, pese a haber causas judiciales”, detalló.
“Entre otras irregularidades el señor Estévez usaba a parientes que facturaban limpieza de canales y otros trabajos, por ejemplo”, detalló Navarro.
En el caso de la sobrefacturación por los trabajos de limpieza del canal santa rosa que eran por 20 kilometros “se facturó en 2017 seis pesos el metro y a la gente que hizo el trabajo le pagaron dos pesos con veinte centavos por metro. Llegamos a 2018 y por la limpieza del canal Santa rosa volvió a ocurrir lo mismo, se hicieron actas y fotografías notariales de la defraudación que se estaba cometiendo”, denunció.
Destapando la olla
Asimismo Reyes recordó que “la Asociación, encabezada como presidente por el señor Estévez y con Salomón como miembro está plagada de irregularidades. Actas duplicadas, períodos de más de un año y medio sin ningún acta, despido de la funcionaria más antigua sin mediar ningún tipo de sumario, despidiéndosela sin causa. Esta maniobra nos costó a los regantes casi 700 mil pesos”.
“A principios de 2018 nunca se nos dio alguna explicación a pesar de haber solicitado hasta una asamblea para que se nos informara a los usuarios que somos quienes pagamos el sistema. Por aquel tiempo el señor Víctor Medina oficiaba de mano derecha de los inspectores. Medina pertenece a la planta de Rivadavia. Se podían comprobar gastos abultados en combustibles, sin respaldo, a qué trabajos pertenecían, también sobre la utilización del vehículo de la Asociación en días no laborables. Incluso hasta hubo un accidente en horario o radio del trabajo que no correspondía y que costó mucho dinero el arreglo de la movilidad a la Asociación. Además se observaron mediciones capciosas del agua en una ocasión en que la solicitaron los regantes del Canal California”, se quejó Reyes.
“La ley no se cumple, el HTA, no cumple con la finalidad que la ley le confiere. Los usuarios no podemos mantener un sistema que no controla, que no sanciona, que no cuida los intereses de sus mandantes, mandantes empobrecidos por el bajo valor de sus productos y por los altos costos de explotación, entre ellos el costo de la administración del agua por la ineficiencia y corrupción existente”, señaló Navarro.
“Hemos perdido en el Departamento miles de hectáreas de agua, por la desidia y falta de control y gestión sobre el patrimonio hídrico en detrimento de productores que en su mansedumbre agacharon la cabeza, pero todo tiene un limite”, afirmó el productor.
Finalmente Reyes manifestó que “en el Canal Santa Rosa, el Subdelegado, el ingeniero Villarroel, ante tanta evidencia presentó denuncia penal por la tala de los árboles contra el señor Antonio Estévez, la que se encuentra radicada en la Fiscalía 21 de Santa Rosa. Con la suspensión de los citados inspectores, e intervención en su lugar de la Sudelegación de Rivadavia, hoy hay cuadro de turnos, a pesar de la crisis hídrica. A los regantes que antes no regaban hoy les llega agua sus fincas. Entonces uno se pregunta, antes ¿dónde iba o a quienes iba el agua?”.
“La intervención está regularizando muchos problemas, pero faltan muchos más por resolver y para poner orden se necesita tiempo y férrea voluntad de hacerlo. El señor superintendente está en conocimiento de la situación porque se le ha presentado todo, como también hay legisladores, como Marcelo Romano que se han interesado en seguir de cerca la resolución de las irregularidades” apuntó Navarro. Y cerró: “Pero aun falta mucho por investigar y por sancionar. Las pruebas están, las denuncias están. ¿Qué falta? Voluntad de hacerlo o complicidad o inoperancia de quien debe hacerlo”, espetó el hombre.