El sanrafaelino Adrián Rosolen, con un extenso curriculum en materia científica, actualmente radicado en Estados Unidos, dio sus fundamentos explicando el mecanismo de la producción de hidrocarburos de yacimientos no convencionales y aclarando que “no es contaminante”.
Rosolen, quien tiene un postdoctorado del Departamento de Aeronáutica y Astronáutica del Instituto de Nanotecnologías del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Boston, EE.UU., afirmó que en la actividad del fracking “no se utiliza cianuro para nada, se utiliza agua bombeada a presión y algún químico como aditivo. Nunca se utiliza cianuro”.
“El cianuro está prohibido en Mendoza por ley, no se puede realizar minería metalífera, no se puede extraer oro y plata utilizando cianuro, no se puede por ley. Por eso acá no tenemos a Barrick ni ninguna de esas empresas que sí están en San Juan donde sí se puede usar esa técnica, que es la lixiviación con cianuro para obtener algún mineral precioso”, resaltó.
El especialista sanrafaelino, recordó además que “el fracking en Mendoza se hace desde hace más de 50 años”, con la diferencia que las fracturas “ahora son más grandes, utilizan más cantidad de agua y más bombas para bombear el agua. Hasta la fecha no hubo río ni acuífero contaminado ni gente muriéndose de cáncer por esa actividad”.
Acerca de los videos y publicaciones en contra de esta actividad, el especialista sanrafaelino consideró que “asustan a la gente” y que “ni las autoridades ni empresas ni otros ámbitos están saliendo a refutar lo que están diciendo”.
“En Neuquén se están llevando adelante un montón de proyectos, todos sobre Vaca Muerta, que implica hacer pozos y hacer un montón de fracturas. Muchos de los yacimientos están al lado del río Neuquén y nadie se está quejando, porque se conoce que la técnica bien realizada y con todas las medidas de control, es segura. Y el que así no lo haga se tiene que abstener a las consecuencias y nadie quiere hacer algo para salir en los diarios, que lo multen o que genere impacto sobre el medio ambiente”, manifestó.
“Las personas que hacen esa actividad tienen hijos y quieren dejarles un mundo que no este contaminado y en el que ellos puedan vivir, no son gente que piensa que puede destruir todo y que no tiene ningún tipo de costo”, concluyó.