Por TANIA STUMBERGER / “Jaula con cintos” es la primera obra con la que Candelaria Silvestro inicia esta serie en 2004. “Es una imagen que fue pintada de manera espontánea”, expresa la artista.
Obra hecha sobre madera. Tiene una parte pictórica y una parte dibujada con lápiz. Fondo pastel y los cintos están realizados con brea.
En base a esta realizó una serie de grabado, con matrices de jaulas distintas. Lo que va cambiando es el interior de la jaula que está pintado con acuarela. Esta serie de pájaros autóctonos es una tirada de copias únicas porque son varias jaulas, cada una intervenida con una acuarela única, retratando un pájaro autóctono. También incorpora información específica sobre cada especie y la relación al medio ambiente y fauna de las sierras de Córdoba.
Luego esta obra la llevó a pintura y de aquí a tela de gran formato. “No solo empecé a explorar con la parte materita, con la espátula. En general con fondos claros, diferentes tipos de blanco, oxido, zinc, óxido de hierro, acrílico y también con cera.” “Todo fue buscando diferentes tonalidades de blanco”, explica.
Las jaulas están trazadas con carbonilla, por eso la parte pictórica y otra gráfica, que es la jaula, donde está incorporado el dibujo. “Tratando de que este no sea plano sino que las jaulas sean estructuras generadas en espacio. El desarrollo de toda esta serie, van del grabado a la pintura, con espacialidad y gestualidad enriqueciendo la línea de la jaula”. Aquí se puede observar una relación, una mescla entre pintura, dibujo, grabado y lo gestual.
“En la serie Jaulas en el parque Sarmiento llevé esa idea concreta de jaula a desarmarla, abstraerla y relacionarla con la estructura del parque Sarmiento”. En este parque hay muchas glorietas abandonadas, estructuras muy antiguas. “Empecé a relacionar como jaula a estos espacios más dinámicos, construcciones concretas desde mi mirada subjetiva. Fue entonces que empecé a abordar otra cosa”. Estas estructuras en las pinturas empezaron por los personajes del parque Sarmiento.
Este es un parque muy antiguo de Córdoba donde Candelaria Silvestro tuvo toda su formación educativa, pasando gran parte de su vida aquí. “Hay muchas imágenes que tienen que ver con algunas cosas reales y otras imaginarias.” Es un parque muy grande tiene una flora y una fauna autóctona. Hay un zoológico, pista de patinaje, parque de diversiones y también mucha prostitución. “Todo esto lo imagine como un escenario. Donde hay glorietas, puentes, juegos, jaulas y una combinación entre animales y gente de ciudad. En sentido tiene mucho humor.”
Después de esta serie hizo una segunda de grabados de las jaulas, pero ya no con pájaros autóctonos, sino con hombres y mujeres. Están consideradas copias únicas porque son las diferentes matrices de jaulas impresas pero intervenidas en acuarela con diferentes figuras de hombres y mujeres. Se puede observar deportistas, parejas gay, pin up. Hay algo de humor y algo contradictorio entre la opresión de la jaula y lo inorgánico de la jaula que es de hierro. Esta lo gráfico por un lado y por otro lo vivo y lo colorido de la acuarela. “En este caso la jaula es la matriz que es una estructura impresa, a diferencia de la acuarela que es algo cambiante, luminoso, colorido, mas vital. Encontré una dualidad en el mensaje”.
Esta serie empezó en el 2004 y la última muestra fue en 2013 en el Palais de Glace, donde recibió la crítica de Oscar Smoje, director de ese momento.
Candelaria Silvestro nació en Córdoba, pero no en aquella de paisajes montañosos y de sierras que comúnmente recordamos, sino en la Códoba llana, donde el paisaje es pampa. Sin embargo, su obra pone en primer lugar el motivo de la jaula, ese dispositivo que simboliza la opresión, en contraposición con la amplitud y el horizonte llano de aquel paisaje. Pero nada hay de caprichoso en estas obras o, por lo menos, no más caprichoso que sus recuerdos de infancia. El encierro, las mujeres detrás de las rejas, son imágenes que guarda su memoria, reminiscencias de las tardes que pasaba en el Parque Sarmiento de su provincia natal, en las que fue testigo de escenas que quizás hubiese preferido olvidar. La cárcel de mujeres del Buen Pastor estaba ubicada en las inmediaciones del Parque Sarmiento y así los juegos infantiles, el deporte y las pistas de patinaje convivían con la prostitución y la delincuencia. La jaula se presenta entonces como un motivo de denuncia pero también de escape. Con las distintas técnicas experimentales que utiliza, Candelaria se libera de las convenciones del grabado, el dibujo y las técnicas gráficas. Por otro lado, las jaulas que diseña con líneas gruesas y desprolijas, no dan la sensación de ser inviolables: su irregularidad da la idea de poder filtrarse a través de ellas, sin dejar de mencionar que muchas puertas se encuentran abiertas.
Con estas series de jaulas enmarañadas, pájaros que asoman y bellas mujeres encerradas, Candelaria Silvestro denuncia un sistema contradictorio y opresivo pero al mismo tiempo demuestra que por medio del arte, otra realidad es posible.
Oscar Smoje
Director Palais de Glace – Secretaria de Cultura de la Nación
Lo que se puede considerar como más importante es que esta artista se planteó la idea de introducir y elaborar las obras desde el humor. Obras que para Candelaria Silvestro debía tener todos los humores como ocurre en la vida misma. “Considero que existe lo trágico como lo cómico, rutinario, o lo común. Lo triste o alegre. Y me propuse a incluirlo en mi obra. A veces uno cae en un solo clima. Por eso me plantee empezar a trabajar con este enfoque. Otro condimento para que la obra pueda tener muchas lecturas.” concluye.