El canciller alemán Helmut Kohl, considerado el padre de la reunificación de Alemania, presentó en 1990 al Parlamento alemán un plan de diez puntos para unificar las regiones del este y el oeste en una sola Alemania, casi un año después de que el Muro de Berlín cayera el 9 de noviembre de 1989.
La reunificación de Alemania, que llegó finalmente el 3 de octubre de 1990, contemplaba, además, ayuda económica para la República Democrática Alemana (RDA), elecciones libres, facilitación de viajes, gremios conjuntos y la unidad europea y alemana como un proceso en común, entre otros puntos.
En aquellos días, Kohl dio preponderancia a la amistad con Francia, la reconciliación con Polonia tras la firma de un tratado que establecía la frontera germano-polaca, y una relación de comprensión y sensibilidad con la Unión Soviética.
“No vamos a abandonar a nuestros compatiotas de la RDA; en el futuro, desde el suelo alemán, deberá surgir siempre la paz, ese es el objetivo de nuestra unidad”, dijo Kohl durante una visita a Dresde el 19 de diciembre de 1989, semanas después de la caída del Muro.
Kohl mantuvo su plan en secreto y solo se lo presentó al Gobierno de Estados Unidos, pero una vez que se conoció públicamente no fue del agrado del líder soviético, Mijail Gorbachov.
En 1989, Kohl llevaba siete años al frente del Gobierno de Alemania Federal y su carrera política parecía acercarse al final, ya que sus adversarios dentro de la Unión Demócratacritiana habían formado un frente en su contra para controlar dicho partido.
Según informes de la cadena Deutsche Welle, a diferencia de Willy Brandt o de Helmut Schmidt, avezados en materia económica, Kohl fue subestimado a raíz de su origen provinciano y su manera un tanto torpe de moverse en la política.
Para lograr la reunificación, el canciller mantuvo estrechos contactos con Gorbachov, el presidente estadounidense, George H. W. Bush, y el mandatario francés, François Mitterand, quien lo ayudó a convencer a otros líderes europeos sobre la necesidad de unir a los alemanes.
Nacido el 3 de abril de 1930 en Ludwigshafen, en el norte de Alemania, fue canciller de Alemania Federal (1982-90) y luego de la Alemania reunificada (1990-98).
Según algunos analistas, la absorción de la moribunda economía de la Alemania oriental resultó difícil, debido a que después de la reunificación el Gobierno tuvo que aumentar los impuestos y reducir el gasto de las finanzas públicas.
En 1998, la colación de Kohl con el Partido Democrático fue derrotada por los socialdemócratas de Gerhard Schroder, tras lo cual surgieron denuncias de graves irregularidades financieras sobre la recaudación de fondos ocurridas durante su mandato.
Kohl murió a los 87 años, el 16 de junio de 2017, en la ciudad portuaria de
Ludwigshafen, donde había nacido.