El matemático británico Michael Atiyah presentó hoy, durante una conferencia dictada en un congreso en Heidelberg (suroeste de Alemania) una posible solución a uno de los problemas más famosos de la disciplina, la demostración de la célebre hipótesis de Riemann, planteada en 1859.
La hipótesis, que debe su nombre al matemático alemán Bernd Riemann y con un planteamiento cuya comprensión exige cierta formación matemática, tiene implicaciones para la comprensión de la distribución de los números primos, lo que, a su vez, puede tener repercusiones para las técnicas de seguridad informática.
Bernhard Riemann formuló su hipótesis hace casi 150 años, en 1859. Se trata de la distribución de los números primos entre los naturales. Aunque no existe una regularidad que describa con qué frecuencia aparecen los números primos en la serie numérica, Riemann descubrió que el número de números primos que no excede de x se expresa en términos de la distribución de los llamados “ceros no triviales” de la función zeta.
La hipótesis de Riemann afirma que todos los ceros no triviales de la función zeta se encuentran en la línea vertical Re = 0.5 del plano complejo. La hipótesis de Riemann es importante no solo para las matemáticas puras: la función zeta aparece constantemente en problemas prácticos relacionados con los números primos, por ejemplo, en la criptografía.
Michael Atiyah afirma que encontró una prueba muy simple de la hipótesis de Riemann, y se le ocurrió analizar los problemas asociados con la constante de la estructura fina y utilizar la función Todd como instrumento. Para analizar la prueba, los matemáticos necesitarán tiempo, pero muchos matemáticos ya afirman que es incorrecta.