La banda inglesa Muse ofreció anoche una velada de alto voltaje rockero en el Hipódromo de Palermo, donde recorrieron junto a una multitud cerca de 30 canciones en el marco de la gira presentación del álbum”Simulation Theory”, donde contemplaron también los clásicos que posicionan al power trío en el escalón de popularidad en el que se encuentran.
El mal tiempo amenazó el show desde la madrugada, por lo que ante el alerta meteorológico los organizadores decidieron adelantar la presentación: la banda subió al escenario algunos minutos después de las 20, y pactó una tregua con la tormenta hasta el tema “Knights of Cydonia”, que le regaló a su gente una despedida épica, con un cielo copado por truenos y relámpagos.
Esta es la quinta visita a la Argentina de Matt Bellamy (guitarra y voz), Dom Howard (batería) y Christopher Wolstenholmen (bajo). En 2015 presentaron su disco “Drone” en Buenos Aires y Córdoba y previamente habían tocado en 2013 en el Personal Fest, en 2011 ofrecieron tres fechas en el Estadio Único de La Plata y en 2008 dieron dos shows en el teatro Gran Rex.
Antes de que los ingleses desplegaran todo su arte sobre el predio de las avenidas Dorrego y Libertador, se presentaron Airbag y el cuarteto británico Kaiser Chiefs, que acompaña a Muse en la gira “Simulation Theory”, que también pasará por Chile el 13 octubre y Perú el 15 del mismo mes.
Existen bandas para escuchar con tranquilidad en una habitación y otras para ver en vivo, y Airbag -sin dudas- pertenece a estas últimas, porque frente a ellos es posible que el espectador sea seducido por la relación que construyen los hermanos Sardelli y las cuerdas, que se mecen juntos entre la furia y el enamoramiento.
Pasó cerca de media hora entre el final del show de Airbag, que eligió un fragmento del himno nacional y el explosivo “Solo aquí” para despedirse, y el tan esperado comienzo de Muse, y un rock que estuvo por momentos cercano al progresivo, otros con un sonido más oscuro, con aires operísticos, o toques synth pop. Eso resume -en parte- la versatilidad del trío.
Mientras tanto, la temperatura descendía y las nubes tapaban una luna casi llena, pero las energías se compensaban con la impaciencia de la gente, que se sentía en el aire mientras los asistentes cambiaban los instrumentos del escenario.
El espectáculo que ofrecieron Bellamy, Howard y Wolstenholmen consiguió revertir el recuerdo de la última actuación en Buenos Aires, que no dejó a todos satisfechos ya que la música no se lograba escuchar con claridad en el fondo.
Se apagaron las luces del Hipódromo y leds azules caminaron sobre la pasarela mientras hacían sonar sus trompetas. Formaron un círculo y en el centro se descubrió el frontman de la banda. En ese momento sonó “Pressure”.
Estos pequeños seres automatizados caminaron entre los músicos, y ellos tres, acompañados de Morgan Nicholls en sintetizadores, se desquitaron con cada nota, como si también estuvieran tomándose la revancha por su última cita con el público local.
Con un cuarto de siglo caminado como trío, los oriundos de Teignmouth tienen la clave para combinar juegos de luces, humo y teatralidad si se trata de cautivar la atención de su auditorio y de transmitir un mensaje, en este caso el concepto que los trajo a la Argentina, y que mixtura humanidad y virtualidad.
Ese es el vínculo que la banda que rescata y enaltece los riff y solos en sus actuaciones en vivo cuestiona en “Simulation Theory” y lo representa a través de la distopía, los robots, exterminadores, un monstruo gigante de tentáculos móviles y entramados visuales que consiguen que el objetivo sea aún más claro.
Promediando el show, Bellamy, Howard y Wolstenholmen se acercaron al extremo de la pasarela más cercana al público y regalaron una versión gospel de “Dig down”; ese fue otro de los momentos más emotivos de la noche, al que no le pudo faltar el roce de una tímida llovizna.
En cuestión de segundos, la banda cambió el chip de ese estado casi de ensoñación y todo enloqueció con “Madness”, Bellamy corrió por el escenario, se tiró al piso, se envolvió en una bandera argentina que un seguidor le había regalado un momento antes, y la gente arengo junto a él.
“Mercy”, “Time is running”, “Hysteria”, “Plug in baby”, “Pray”, “Pshyco” y “Break it to me” fueron apenas algunos de los temas que cantaron el público y la banda, y que los ayudó a actualizar lazos, en una noche sin fracturas a la vista.