Por NOTICIAS MENDOZA / La industria del vino argentino, principalmente concentrada en el trabajo centenario de productores y elaboradores de Mendoza y San Juan, está frente a una gran convulsión económica que promete cambiar el escenario de los pequeños y medianos productores. Esto sin contar las graves contingencias climáticas que afectaron a los viñedos afectados por el granizo o la piedra.
No solamente el estado de situación mendocino o sanjuanino en lo que refiere al precio de la uva para la vendimia 2019 es lo que preocupa a los estudiosos argentinos sino que a eso se agrega la desventaja que desde Chile están soportando, por ejemplo, por la especulación real de rebajar el vino con agua. Claro, con el pretexto de bajar el grado alcohólico, algo que es ilegal tanto en Argentina como en diversos países vitivitinícolas del Planeta Tierra.
Por ello es que ya están organizando cónclaves en ambas provincias para plantear la situación de desventaja ante formadores de precios nacionales y competidores desleales internacionales que atentan contra la cultura más vieja del mundo en el país ahora gobernado por Mauricio Macri.
Por esto es que para el 31 de enero los viñateros de San Juan y un día antes, en San Martín, se reunirán los locales chacareros se mirarán las caras con el fin de plantear la situación en la que, en el fondo, se pedirá que no se firme el acuerdo Mendoza – San Juan. Se solicitará, como otras tantas veces financiamiento para la cosecha, un operativo de compra de uva de parte -en el caso de Mendoza- del Gobierno y una moratoria para pago de impuestos. Todo esto con la premisa de ser consideradas como medidas a corto plazo.
Los más combativos solicitarán que se tenga en cuenta que es necesaria una decisión política fuerte, más fuerte que los oligopolios que vienen torciéndole el brazo a todos los gobiernos, afirmaron desde la Asociación de Productores de la Zona Este de Mendoza (APROEM).
La tormenta perfecta
Según los últimos análisis realizados por el INTA, el costo operativo de un viñedo en la actualidad oscila entre los 90 a 120 mil pesos por ha, dependiendo de diversos factores de mayor o menor eficiencia, tipo de riego, entre otros factores considerados por Mario Doña, titular de la Cámara de Comercio de San Martín.
“La media histórica de producción de uva a vinificar en la provincia de Mendoza es de un rendimiento de 120 qq/ Ha”, introdujo Doña.
Y agregó: “Si el productor recibe en el esquema de elaboración a maquila cerca de 60 litros de vino libre a comercializar (aunque este año muchas bodegas ya han comunicado que entregaran menos litros ) por cada quintal de uva ingresado, resulta q el productor está obteniendo unos 7.200 litros de vino por ha cultivada”.
“Si trabajar entonces una ha habíamos dicho demandaba un gasto de entre 90 a 120 mil pesos, tomamos el valor promedio de 105 mil, resulta en un costo de $14,58 por litro de vino obtenido”, calculó.
“En estos momentos es casi imposible vender vino y quiénes tienen ” la suerte ” de vender están recibiendo precios entre $9,00 y $10,00 por litro de vino tinto y entre $6,00 y $7,00 por litro de vino blanco, en un claro ejemplo de abuso y monopolio comercial por parte de los 2 o 3 grandes grupos comercializadores. Un año atrás se pagaban valores cercanos al doble de estos por litro y el dólar cotizaba a la mitad de su actual valor. Ni hablar de que los pagos se hacen a 10 meses, y además en varios casos en forma arbitraria e ilegal, se prorratea el pago del IVA facturado en el total de las cuotas”, se quejó Doña.
“Este esquema de vender a pérdida tiene los días contados. Es imposible sostener la actividad a corto plazo. Esto lleva al inevitable abandono de la actividad, del pago de impuestos, del cese del trabajo de la mano de obra asociada y de la destrucción del esquema hasta ahora tan rico socialmente del modelo de producción vitivinícola en Mendoza. Hace años se perdió en la zona Este la producción frutícola, que se fue para no volver más, ahora parece ser el turno de la industria madre”, reflexionó.
“Y nuestros representantes, instituciones, políticos, gobierno, oposición, gobernadores, diputados, senadores, intendentes, ministros y todo el batallón de mantenidos con nuestros impuestos … qué ????”, preguntó.
“Mientras tanto avanzamos a paso firme si …. pero hacia la pobreza, la desocupación, la desertificación de nuestros oasis productivos”, concluyó.