Por CAROLINA JACKY / Cuando hablamos de la reforma de la Justicia Federal y de Jueces Federales la mirada recae en Comodoro Py.
Un pequeño grupo de Jueces Federales con asiento en CABA tienen un poder superior al de cualquier otro funcionario o habitante de este país.
Siempre estuvieron en la vidriera, siendo las vedettes de la justicia.
La imagen que estos han brindado, en su mayoría, han servido para desacreditar a este fuero en todo el país.
No toda la Justicia está en una servilleta, hay jueces probos, pero unos pocos dan la imagen que perjudica a todos.
También en las provincias “EL” Juez Federal es una de las figuras más importantes y que pocos conocen, pero con un poder al que pocos le pueden poner límites.
Cuando digo “EL” es porque normalmente en las provincias no tenemos más de tres. Y en algunas solo uno por cada fuero.
Los Jueces Federales de mayor exposición son los que se encargan de la parte penal. No así de los que tienen a su cargo la parte civil, laboral, previsional, comercial, administrativa y tributaria. Todo esto, en varios casos, a cargo de un solo Juez.
Es común que pidamos celeridad en las causas judiciales. Pero lo que pocos saben es que muchos de estos jueces tienen a su cargo casi medio millón de causas. Seguro que esto no se sabe.
También hay muchos cargos vacantes. Y en ese caso se dispone que un Juez de otra Jurisdicción o el Juez Penal se hagan cargo de ese tribunal sin juez. Eso se llama subrogancia.
En Federal, cuando un Juez subroga a otro, también cobra el sueldo del otro cargo. O sea que cobra dos sueldos de juez.
¿Cuantos conocen el nombre de los jueces federales de Mendoza, o de su provincia?
Claro que cuando por el corralito financiero tuviste que ir a hacer valer tus derechos fuiste al Juzgado Federal. Cuando reclamaste por el reajuste de tu jubilación contra ANSES, fuiste al Juzgado Federal. Cuando el problema es de salud y la obra social es el PAMI, por ejemplo, también hay que ir a la Justicia Federal. Y qué decir cuando te aumentaron las tarifas de gas, luz o teléfono.
Si alguien dice que el crear más juzgados federales es un gasto, es evidente que no conoce nada de ese fuero. Y sin dudas nunca ha litigado.
Seguramente que quien piensa que brindar más justicia y permitir un mejor acceso a la misma, es un gasto, es el mismo que te habla del gasto en salud o en educación.
El Estado tiene obligación de brindar el servicio de justicia, de seguridad, de salud y educación. Y esto no es gasto, es inversión.
El sistema actual de la Justicia Federal tiene concentrado el poder en pocos jueces. Que tampoco pueden dar respuesta efectiva y oportuna a tus reclamos.
No pidas una justicia eficiente y rápida, cuando hay un juez para medio millón de causas.
La creación de más juzgados y el nombramiento de más jueces no solo sirven para que tu caso se resuelva con más celeridad. Sino que también diluye el poder que tiene “EL” juez.
Hoy se habla de que parte de esta reforma es crear más juzgados y nombrar más jueces.
La pregunta que debemos hacernos es si eso permitirá descomprimir el trabajo y acelerar las causas.
Desde quien ejerce la profesión desde el llano, puedo decir que bienvenida sea esa reforma.
Dicen que tal reforma se hace como traje a medida para resolver causas de tal o cual político, esto es muy relativo. Y los que tienen ejercicio de la profesión saben bien cuan relativo es esto. Pero lo que sí sabemos es que un juez no puede llevar 500.000 expedientes.
La ampliación de juzgados y jueces federales puede llegar a beneficiar algún político. Pero sin dudas va a beneficiar a muchos ciudadanos que buscan justicia.
Conviene hacer algo de historia
Cuando asumió la presidencia el Dr. Raúl Alfonsín, todos los jueces federales fueron puestos en comisión. La mayoría jueces del proceso militar.
Allá en 1983 regía la Constitución del 53, los que muchos ensalzan. Pero, faltos de memoria, esa Constitución establecía que los Jueces miembros de la Justicia Federal eran elegidos directamente por el Presidente de la República. Con acuerdo del Senado.
El Dr. Alfonsín en negociaciones con la oposición designó los jueces. No existía el Consejo de la Magistratura. Ni se realizaba ningún examen para acceder al cargo.
Con la llegada de la Constitución del 94, llegó el Consejo de la Magistratura. Este, con cargos asimilados a jueces. Y con una planta de personal que hoy alcanza casi las 4.000 personas.
Esta nueva institución es la encargada de hacer los concursos de oposición y antecedentes para elevar una terna de candidato. Para que el Presidente elija su candidato y lo presente al acuerdo del Senado.
Como este Consejo de la Magistratura está contaminado de política. Con un costo de funcionamiento que deben pagar todos los ciudadanos. Es muy discutido si la mejora institucional que esta reforma introdujo. Si mejoró o no la elección de nuestros jueces.
De esto no se habla, nadie lo discute
Hay hipocresía, hay mala fe, hay desconocimiento del real funcionamiento de la justicia. ¿Hay un desprecio por un servicio que el Estado nos debe brindar en forma eficaz? ¿O qué intereses hay de aquellos que pretenden que no se amplíen los juzgados federales de primera instancia?
Hay que quitarles poder a los Jueces Federales.
Hay que diluir el poder en manos de varios jueces.
Hay que ponerle un límite a la cantidad de expedientes a tramitar por un juez, y cuando esto exceda hay que proveer la designación de otro juez.
Los ciudadanos y ciudadanas necesitan jueces que les resuelvan sus problemas. Y que sus causas no se eternicen.
Miles de jubilados necesitan que sus causas avancen con celeridad.
Muchas víctimas necesitan respuesta y que se haga justicia.
Todos necesitamos que cuando alguien es acusado de un delito, rápidamente tengamos un fallo que lo condene o sobresea.
El gobierno está obligado a invertir en la justicia, no solo con el nombramiento de más jueces. Sino también de toda la estructura que debe acompañarlo.
También debe invertir en tecnología y capacitación.
Todo esto es INVERSIÓN y no GASTO
Hasta ahora esto es parte de lo que se está tratando y es importante que sepamos la verdad. Y no nos engañen con politiquería barata o con grieta insoportable.
Nos queda otro tema que tiene que ver con la ampliación o no de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Esto si lo trataremos en otra oportunidad.
Hoy el Congreso de la Nación está analizando esta reforma.
Esperemos que aquellos profesionales que ocupan bancas y que tienen experiencia en pasillar tribunales. Y realizar un verdadero ejercicio de la profesión alcen su voz para se protejan los derechos de la mayoría de los ciudadanos. SERÁ JUSTICIA!!!