Esta vez no hubo estrategia de “jugar mal a propósito” antes para despistar al rival. Lo que se vio en la semana, ante Independiente y por Copa Libertadores, es lo que tiene y hace River. Así juega. Y en la Bombonera lo demostró ganándole 2-0 a Boca un nuevo Superclásico.
El Millonario fue más en los 90 minutos, aunque tuvo un bajón lógico y sacó mejor provecho del mal arbitraje de Mauro Vigliano.
🎙️ Pity Martínez: “Estos partidos me gustan siempre, los quiero jugar. Hacer goles en estos partidos te mete en la historia, mi felicidad es que mi hija cuando sea grande va a poder verlos”.#RiverSuperclásico ⚪️🔴⚪️ pic.twitter.com/AFrsNgfM2z
— River Plate (@CARPoficial) 23 de septiembre de 2018
El primer tiempo fue enteramente de la visita. Presión, posesión, juego. Aunque con pocas situaciones claras de peligro, pero igual le alcanzó para abrir el marcador a los catorce minutos con un zurdazo cruzado de volea del Pity Martínez.
El enganche era la manija de los dirigidos por Marcelo Gallardo, pero tuvo que salir lesionado a los pocos minutos luego de un cruce desde atrás de Wilmar Barrios.
El Xeneize fue una sombra en esa etapa. El mediocampo no podía sostener la pelota y Carlos Tevez no estaba fino.
📸 ¡Festejalo, Millonario! ⚪️🔴⚪️🙌#VamosRiver#RiverSuperclásico pic.twitter.com/h9nZ1FZBmO
— River Plate (@CARPoficial) 24 de septiembre de 2018
En la segunda etapa, los hombres de Guillermo Barros Schelotto se acomodaron mejor y tuvieron situaciones para llegar al empate, pero fueron perjudicados por Vigliano, quien no cobró dos penales para el Xeneize pese al reclamo de todo el estadio.
Pero a los 24 apareció Ignacio Scocco para fulminar a Agustín Rossi y silenciar a la Bombonera. Y si Vigliano hubiese estado enchufado, la diferencia pudo haber sido mayor de haber cobrado otro penal, esta vez sobre Scocco.
Claro que la culpa del resultado no es del juez, aunque influyó demasiado con decisiones clave (tampoco quiso expulsar a Edwin Cardona en el primer tiempo por un codazo sobre Enzo Pérez). Los responsables fueron los jugadores de uno y otro equipo. Que supieron aprovechar -o no- los momentos. Y los entrenadores. Con sus planteos, sus cambios, sus decisiones.
Así, River llega a diez puntos y mantiene un invicto de 28 partidos entre Superliga, Copa Argentina y Copa libertadores, alcanzando a Boca en la tabla del torneo.
Para ambos quedará saber cómo les cae este resultado. Si el Xeneize se repone para la Libertadores, y si el Millonario aprovecha este golpe anímico para meterse en las semis de la copa y subirse a la pelea en el certamen local.
