La Justicia determinó nuevas inspecciones en la finca en la que vivía Johana Chacón. Un vecino del lugar declaró ayer haber visto a Mariano Luque remover tierra por fuera de la finca. Por eso ahora la Justicia ordenó una nueva inspección.
Un testimonio saliente de la jornada del jueves fue la de un habitante de Tres de Mayo, Lavalle, lugar de donde desapareció la adolescente. Este hombre indicó que en 2012, cuando no hubo más noticias sobre Chacón, vio a Luque trasladarse en un tractor y hacer un pozo. Esto podría confirmar que este hombre mató a la pequeña y la enterró.
Este testigo fue aportado por una maestra de la menor, Silvia Minoli. Los jueces Rafael Escot, Gonzalo Guiñazú y Aníbal Crivelli ordenaron una inspección en el lugar señalado.
“El testigo dijo que días inmediatos posteriores había visto al señor Mariano Luque, a quien conocía, realizando tareas de remoción de terreno con el arado de disco. Eso le llamó la atención, comunicó esto a una tercera persona que se lo comunicó al doctor Garay. La importancia de realizar una inspección ocular para circunscribir el lugar y hacer tareas de excavación es importante para despejar dudas sobre el elemento que le falta a la causa que es el cuerpo o restos del cuerpo de Johana”, indicó el abogado querellante Fernando Peñaloza.
Este jueves se cerró la semana de audiencias en el juicio, con varios testigos que pasaron frente al tribunal. Fundamentalmente dos dejaron en una situación complicada al acusado, Mariano Luque. Junto al vecino, una compañera de escuela de Johana Chacón habló sobre presuntos abusos.
El tema de los vejámenes es un dato muy importante, teniendo en cuenta que el fiscal de cámara en el debate, Alejandro Iturbide, sostiene que Luque mató a la menor porque quería ocultar un delito. Una de las hipótesis es que el imputado habría abusado a Chacón y para que esto no trascendiera la asesinó.
La alternativa restante para suponer que Luque quiso tapar algo es que Johana podía saber sobre el caso de Soledad Olivera, la mujer que también desapareció en Lavalle y por lo que lo condenaron a 12 años.
En los primeros días del proceso pasó de todo. Primero Luque se desligó del hecho, casi al mismo tiempo la testigo clave, Beatriz Chacón -hermana de Johana-, ratificó que ella vio como el imputado mataba y enterraba a la adolescente.
Pero después declaró Luis Curallanca, cuidador de la pequeña, quien desligó al acusado y aportó un audio de una conversación telefónica con Beatriz, donde ella desmiente todo su testimonio acusatorio hacia el sospechoso.
En medio de todo esto, apareció el testimonio de la nueva testigo, quien podría dar un giro inesperado en la causa.
La investigación llegó a juicio como un homicidio simple, con condenas de 8 a 25 años.