La Justicia de Mendoza condenó a prisión perpetua a una mujer policía por haber asesinado a una compañera por celos, ya que estaba de novia con otro uniformado que había sido su pareja.
Durante un juicio abreviado celebrado el último jueves, la oficial Claudia Marina Pérez Algañaraz admitió la autoría del crimen de su compañera Nadia Angulo, de 30 años, el 18 de febrero pasado en la subcomisaría El Sauce, en el departamento de Guaymallén, del Gran Mendoza.
Según indicó la prensa local, el hecho se produjo en horas de la madrugada de esa jornada.
Angulo, mientras se encontraba de servicio, decidió recostarse para descansar, en tanto que otros compañeros salieron de la dependencia para realizar un operativo.
Al regresar a la subcomisaría, los compañeros de Angulo la encontraron muerta de un disparo en la cabeza.
Si bien en un primer momento, la hipótesis giró en torno a un eventual suicidio, rápidamente fue descartada porque no se encontró el arma con la que se realizó el disparo en el lugar.
El primer apuntado por el eventual asesinato fue quien era el novio de Angulo, otro policía de apellido Romero.
No obstante, Romero probó que no se encontraba en la dependencia en el momento del hecho y en su declaración apuntó contra Pérez, con quien había mantenido una relación sentimental con anterioridad.
Según el policía, Pérez le había mandado un mensaje telefónico en el que le anunció que “a esa negra de mierda la vas a volver a ver adentro de un cajón”, en referencia a Angulo.
La mujer fue detenida y puesta a disposición de la justicia para luego ser acusada de “homicidio agravado por alevosía” al considerarse que se aprovechó de la indefensión de la víctima para ultimarla mientras dormía.
Pérez pactó mediante su abogado confesar el crimen y finalmente fue condenada durante un juicio abreviado.