Por Agustín Argento / La 8va edición del Festival Internacional de Cine de las Alturas arrancó hoy en San Salvador de Jujuy con un “enérgico repudio” al atentado que sufrió ayer la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y la proyección del documental “La Pantalla Andina”, de la directora catalana Carmina Balaguer.
Con la presencia de autoridades locales y provinciales, el puntapié inicial lo dio el coordinador general del certamen, Facundo Morales, quien emitió el repudio, pidió por el esclarecimiento del hecho y llamó “a la paz social”.
Morales estuvo junto al director artístico, Daniel Desaloms, encargado de mostrar preocupación porque el Senado nacional todavía no sancionó la ley que le da continuidad a las asignaciones para las industrias culturales, que vencen el 31 de diciembre. Sin esta ley, el Instituto de la Música, el de Teatro, el Incaa y las bibliotecas populares perderán fondos genuinos y pasarán a depender de la discrecionalidad del Tesos Nacional que administre el gobierno de turno.
El discurso de Desaloms comenzó con un buen augurio por el regreso a la presencialidad plena en un festival que sumó salas y que extendió sus sedes a Tilcara y Palpalá, aunque arrojó números nacionales que llamaron a la desazón: menos del 10 por ciento del público del cine ve cintas nacionales, cuando hasta hace unos años ese porcentaje subía al 30. Además, reconoció que tras la pandemia, el público en sala se redujo en un 40 por ciento.
Tras los discursos oficiales, Balaguer, presente en la sala, presentó su filme acerca del viaje de 20 horas que realizó a pie, junto al Cine Móvil, para llevar películas a una escuela aislada en la cordillera jujeña. Emotivo fue tanto el discurso como la proyección, que contó con la presencia del equipo que hizo posible la proeza, además de los seis alumnos del colegio, quienes, al revés que la producción, caminaron para llegar al festival.
La película cuenta con una factura realmente impactante del Norte argentino. Los planos llegan a captar la profundidad del paisaje y cuenta con momentos memorables, como la mañana, al despertar, en una cueva de montaña en la que tuvieron que dormir y que, a 4500 metros sobre el nivel de mal, muestra a las nubes como si fuera una alfombra de algodón debajo de sus pies.
La travesía tenía como punto cúlmine el paraje de Yaquispampa (al sur de Tilcara), donde está la escuela rural y la agricultura y el ganado son su forma de subsistir, tal como explica el médico del lugar, quien está a media hora de caminata de las casas. La zona está tan aislada que de haber una emergencia se tarda no menos de 24 horas para llegar al primer pueblo.
El público aplaudió de pie tanto a la maestra del colegio como a los alumnos y al equipo del Cine Móvil y más de uno se emocionó con esta historia que refleja los esfuerzos por el cine y por mantener los estudios.
El festival se extiende con actividades y funciones con acceso gratuito hasta el 11 de septiembre.