El llamado “acosador del Este” que recientemente fue blanco de las noticias por las cuales las jóvenes de ese oasis de Mendoza se mantienen en alerta, al igual que sus familiares y amigos, circula en un Renaul Clio bordó, de tres puertas, ofreciendo llevar a las chicas que esperan en las paradas de colectivos.
Así fue confirmado por la última denunciante quien hizo pública su traumática historia a través de su cuenta en Facebook y que fuera replicada por distintos medios de comunicación que se hicieron eco de la preocupación que reina en las jóvenes que se trasladan diariamente por la Ruta 60 entre los departamentos de Maipú, San Martín, Junín y Rivadavia.
Además la denunciante, quien ya compartió la novedad con la Policía de Mendoza que lo detuvo con el fin de averiguar los antecedentes del hombre y para interrogarlo, agregó el detalle de que el automóvil al que subió desafortunadamente, mientras el conductor tocaba una de sus piernas, tiene los vidrios polarizados.
La preocupación de la mujer se mantiene debido a que sabe que el hombre logrará en algún momento recuperar la libertad, ahora, con el agravante de que la conoce, al igual que su rutina de movimientos en la calle y que ha visto con anterioridad en las cercanías de su vivienda.
Mili Cabrera fue quien publicó recientemente su mala experiencia luego de que decidió recibir la ayuda del hombre en cuestión que desde su automóvil le ofreció llevarla desde Maipú, hasta el departamento de Rivadavia, en el Este de la provincia de Mendoza.
Según lo que publicó en su cuenta en Facebook, donde describió con algunos detalles lo que le tocó vivir cuando esparaba el colectivo pasado el mediodía sobre la Ruta 60, teme que la experiencia de abuso se repita o que le suceda a otra chica en situaciones similares.
Luego de que el temor se apoderara de varias jóvenes que transitan por el lugar donde ocurrió lo que publicó la joven mujer, cobra mayor relevancia la imagen del rostro del acusado como así también el automóvil que conduce.
Texto original de la denuncia realizada en Facebook:
Buenas noches!
Tengo la oportunidad gracias a Dios de contales lo que me paso hoy en Maipú Mendoza.
A la 13:55 mi Papá me deja en la parada sobre la Ruta 60, para tomar el colectivo que se dirige a Rivadavia.
Esperando el colectivo, un auto estaba estacionado sobre la misma Ruta, en dirección contraria. (Lo cual no le di importancia) Hagarre mi teléfono, y cuando miro nuevamente, ese mismo auto ya lo tenía encima mío, en el, iba un hombre de 42 años aproximadamente, alto, piel morena, ojos oscuros.
A penas lo veo recuerdo que es el mismo hombre que entra todos los días a la finca dónde vivo.
Desde el auto, me preguntó a dónde iba, yo respondiéndole, le dije que a Rivadavia, él me dice, yo voy a San Martín, pero te llevo, le dije que esperaba el colectivo, ya que no faltaba mucho para que viniera.
Así insistió 4 veces más, cuando lo miro, hizo el amague de querer bajarse. Entonces yo acepto y subo, acepto porqué tuve miedo a que su reacción fuera más agresiva. Cuando subo me toca mi pierna izquierda, y comienza a preguntarme si estudiaba y a dónde, si estaba casada, tenía hijos o estaba de novia, a todo esto el ya había puesto por segunda vez su mano en mi pierna.
Luego yo le pregunto, de que trabaja en la finca, dónde me dice que el no trabaja en ese lugar, pero siempre entra por esa calle para “cortar camino” (cosa que la calle en la que vivo yo, tiene entrada y no salida) imposible. Mi desesperación fue aumentando cada vez más, el miedo, la presión que se siente el saber que no sabes que te pueden hacer.
Se aproximaba una parada, en donde yo le digo que me baje ya que me sentía con falta aire, y el no paró su auto y siguió el camino hacia Barriales. Ahí se me vinieron a la mente todas esas chicas que pasan por esto, en la que después no la cuentan.
Estas muy nerviosa, me dice. Me vuelve a tocar mi pierna, y yo cada vez me pegaba más a la puerta, tratando de que el no me tocara más.
Todo el tiempo le seguí la corriente y mantuve la calma para que el no sospechara de nada, si el sospechaba tenía el temor de que me hiciera daño.
Cuando se aproxima otra parada, le digo que me baje, me dice ¿segura? bueno dale, te dejo acá, toco mi pierna y me dio un beso en la mejilla. Baje del auto y de la desesperación no logré tomar fotos de su patente, solo trate de memorizarla.
A los pocos metros se encontraban personas en la parada del colectivo y una de ellas es Daniela Echevarria, fue la que inmediatamente percibió la situación y con otra mujer llamaron a la policía, trataron de calmarme, para que yo pudiera hablarles, y contales lo que me había pasado. Hasta que llegó la policía a los pocos minutos que se bajan los policías del móvil, pasa este sujeto por enfrente de nosotros, lo cual Daniela por la descripción que les di a los oficiales, se da cuenta que es el. Los policías salieron atrás de el, y lo pudieron atrapar.
Esto no termina acá, los policías mismos me dijeron, “el volvió, y por vos, se arrepintió de haberte dejado“
Así fue como me dijeron….
Este tipo está preso, pero en dos días queda libre si no le encuentran antecedentes y va a volver por mí.
Que más tiene que pasar?
Que más tienen que hacernos? para que nos crean y que estos tipos así, no tienen que salir a la calle
Ahora como voy a salir a la calle?
Como voy hacer para mañana y todos los días salir a estudiar?
Gracias a Dios, estoy bien físicamente. Gracias a Dios esto no paso a mayores, gracias a Dios estoy contandola.