Así lo aseguró el psicólogo deportivo, al referirse a la estrecha relación que tiene el deportista, ya sea en lo individual o grupal, con las emociones que surgen, sobre todo, en instancias decisivas de la competencia
Gustavo Ferrari, explicó con Peras y Manzanas, programa conducido por Lacho Meilán, a través de los micrófonos de Radio Jornada 91.9 cómo juegan las emociones en la mente de los deportistas en las distintas disciplinas.
“Primero para ser psicólogo deportivo hay que ser licenciado en psicología. Luego, se debe realizar una especialización” comenzó explicando el licenciado.
Al introducirse en el campo del deporte, Ferrari aclaró: “El psicólogo deportivo trabaja en todo el espectro del deporte: preparador físico, utilero, director técnico, profesores, jugadores, de manera directa o indirecta. El universo y la forma que tiene el profesional depende de la necesidad de un deportista en forma individual, del equipo o del staff del cuerpo técnico del deporte”.
“Lo ideal es hacer una abordaje interdisciplinario junto con el profesor de educación física, con el profesor de la parte táctica y abordar a todos. Tanto el DT como los deportistas que ingresan a la cancha son seres biopsicosociales (todos los ser humanos tenemos emociones, dimensión social, biológica). A partir de todo lo que pensamos y generamos una conducta. El abordaje tiene que ser transdisciplinario” aseguró.
El tratamiento puede ser en forma individual -cada jugador -o grupal -equipo-. “Se trabaja en base a lo que requiera quién consulte. He trabajado en forma particular en el consultorio con el deportista y luego se lo acompaña al campo”.
Y agregó: “Se puede trabajar con el equipo con un abordaje en forma indirecta con el DT. Se puede trabajar con el staff y los jugadores . Todo depende de cómo sea solicitado el servicio. No todos los equipos tienen el acompañamiento de un psicólogo deportivo” continuó.
Todos juegan para ganar, pero perder está dentro de los resultados posibles en el juego. “Lo más importante es de disfrutar del deporte. A partir de que el deportista pueda disfrutar va tener mejores resultados. Si se trabaja desde lo psicológico sólo para no perder, es como te quedás corto. Porque no se alcanza a tomar la dimensión completa de lo genera la práctica del deporte”.
El psicólogo explicó las diferentes dimensiones en la que está formada la mente del deportista: “La dimensión biológica entra en juego, es donde se ve a través de una conducta manifiesta”.
“En la dimensión social, se visualiza si el jugador tiene un problema interno en su familia, le va a afectar en su rendimiento deportivo.
“En la dimensión psicológica, es donde los profesionales lo pueden ayudar para que pueda disfrutar, encontrar la motivación, trabajar, lograr la activación justa que es lo que se hace previo a la competencia , esas famosas arengas”.
Al explayarse sobre este tema comentó: “No todos están preparados para soportarla de la misma manera. “Vamos dejemos todos” son algunas de las expresiones más comunes en la previa de la competencia. Sin embargo, la recepción no es la misma en cada integrante del equipo. A lo mejor, uno de los jugadores ingresa demasiado ansioso, pegó un codazo en el fútbol y lo expulsaron a los pocos minutos de empezar el partido y el equipo sufre una baja importante”.
“Lo más importante es tener un diagnóstico psico-deportológico de cada jugador. Ahí se miden de distintas técnicas –entrevistas y tests- el nivel de motivación y ansiedad. Es decir, una serie de emociones cognitivas que nos van a entregar un resultado que se lo envía al jugador y al DT: Luego, en una reunión con las partes, se les informa sobre la situación de cada uno. Hay que tener en cuenta, que para algunos la motivación puede ser positiva y para otros; estresante” aclaró respecto a cómo recibe el mensaje cada uno de los integrantes del plantel.
Al ser consultado, sobre el nivel de estrés que se puede presentar en los deportistas, el licenciado aseveró: ” Desde nuestro trabajo, la idea es llevar al deportista y sumergirlo en distintos niveles de estrés y presión para luego poder medir y tomar una media. Eso, nos va a indicar dónde está el punto óptimo para que ese jugador no se pase de la raya y pueda ser contraproducente en su rendimiento dentro del campo de juego”
Existe una clara diferencia al competir entre los distintos segmentos etarios. “Depende mucho la edad cronológica. En el caso del niño, juega para divertirse. Es más lúdico. La pregunta adecuada luego de un partido destinada al chico sería: ¿disfrutaste? No ganaste o perdiste. No importa si perdió, lo más importante es que si disfrutó. Porque perdiendo se puede ganar en experiencia y ganando se puede perder”.
“En los adolescentes, hay que tener en cuenta la contención psico-afectiva. Al tener acceso a mucha información, todo lo recibido la pueden llegar a procesar. En algunos casos, y previo a un partido se puede observar a los adolescentes más preocupados sobre la foto que se va a sacar y luego la va a subir a su instagram, que tiene que afrontar, el inicio del partido por ejemplo. Pero, es normal. El profe tiene que entender. Se saca la foto, porque se está buscando” explicó.
Existen distintos métodos previos a la competencia con el fin de obtener el mejor resultado. “Se trabaja la relajación a través de la respiración,la concentración, la visualización. Se realizan ejercicios en la noche antes de la competencia. Se realizan ejercicios después de la competencia”
“El psicólogo deportivo trabaja para el bien-estar y la persona es fuera del deporte y dentro de la disciplina. Lo importante es que quién te demande o consultarte confíe que la dimensión psicológica está presente y que se está realizando un buen trabajo. Hay que vivir el deporte dentro de los parámetros donde no lo perjudique y lo disfrute”
En muchos casos, se observa que el jugador pide aliento a su parcialidad. “Cuando un deportista pide aliento necesita ese apoyo y esa fuerza que viene de afuera que lo motive. Es una motivación externa que lo ayuda.”Yo te estoy pidiendo que me alientes porque quiero dar mi entrega, mi mejor rendimiento para vos que me estás alentando. El deportista se siente reconocido, apoyado cuando siente que desde lo interno está dando todo pero un poco del afuera”
Al momento de manejar los insultos recibidos por los deportistas, Ferrari sugiere: “En ese caso, hay que trabajar con el deportista que haga oídos sordos.Que trate como de aislarse de esas situaciones. Hoy, es muy frecuente que en las redes sociales.Lo que se sugiere, es que dos o tres días antes de la competencia o una instancia de final es dejar el teléfono. O desvincularse momentáneamente de las redes.Es un tema bastante difícil. Pero, nosotros hemos llegado a trabajar con contratos sociales en el equipo: todos los firmamos y todos nos comprometemos a no agredirnos. Por ejemplo, en el fútbol, si el arquero tuvo un error y se “comió” un gol, es conveniente que el grupo no hable entre ellos,que no se produzcan murmullos. No criticar al arquero es un compromiso”.
“De esa forma, tratamos de aislar al deportista con el objetivo que se sienta contenido emocionalmente. Lo que buscamos a través de la psicologia, es lograr equipo.Que es una diferencia muy grande con el grupo”
“En el equipo hay cohesión, confianza y cooperación. Son las tres premisas o patas de una mesa que van a soportar que ganemos o perdamos”.
En una instancia tan decisivo como los penales, en donde las emociones están a flor de piel en el protagonista, lo importante es emplear técnicas para afrontar ese momento. “Si, por supuesto, se entrena. En la tanda de penales, la respiración es fundamental. Porque nosotros cuando respiramos no se recupera totalmente el oxígeno en el cerebro sino que siempre va quedando un residuo. Lo importante es que a través de la respiración, se logre renovar el aire. En el caso, que ventilemos, el deportista se pone más tenso. Si se tiene una respiración profunda, relajada va a obtener mayor soltura a la hora de realizar el movimiento” detalló.
Uno de los claros ejemplos en este aspecto es el arquero de la selección nacional de fútbol, Dibu Martínez que tuvo un impacto muy importante en esa instancia -final del mundo Qatar 2022 frente Francia- que lo llevó a contener una pena máxima y otro penal fue desviado por el rival. Todo lo que un ser humano hace es conducta. Y todo tiene un mensaje. Cuando va a patear Tchouamení, Dibu Martínez le tira la pelota lejos. Eso es “andá a buscarla” “ponéte más nervioso”. Yo tengo una posición más dominante ante vos. Él -por Martínez- se paraba, él los recibía.Entonces, es como “vos venís a mi terreno”. Todas esas situaciones son lenguajes no verbales que pegan en el inconsciente del rival. Son mensaje de “dominancia”. Es como un reto, cuerpo a cuerpo con la pelota de por medio pero “vos venís a mi terreno, yo te estoy recibiendo,me planto y yo la voy a buscar”
Si bien la incorporación del psicólogo deportivo a un plantel es poco usual, sobre todo a nivel local, ya algunas disciplinas lo van incorporando a su staff.
“No hay muchos psicólogos deportivos en Mendoza. Yo hice un posgrado en APDA (Asociación de Psicólogos del Deporte Argentino) donde el director es Pablo Nigro -parte integrante del cuerpo técnico de Marcelo Gallardo- y es a partir de ahí donde se busca la capacitación.
“Marcelo Rofé fue el primer psicólogo deportivo argentino y a partir de ahí se crea APDA. No hay muchos, pero cualquier psicólogo puede trabajar en el ámbito deportivo. Porque en realidad, es la psicología aplicada al ámbito del deporte. No importa la línea de psicología (psicoanálisis, cognitivo-conductual,existencial o sistémico. Porque en realidad, se trabaja con personas”.
“Lo que se recomienda es que haya un profesional de la salud mental en cada club. La idea es contener a la masa de chicos de la institución. Más allá de que después trabaje con el plantel superior o alguna división en particular. Hoy, hace falta mucha contención” concluyó.