El acontecimiento que se desarrolló este fin de semana en el Centro Cultural Julio Le Parc tuvo, en sus dos jornadas, una alta participación del público especializado y general. Curiosidades e historias de billetes, autos, monedas, estampillas y un mundo para descubrir
Un billete japonés hecho con papel de arroz del año 1600, otro de Montenegro de 1936 –un país africano desaparecido- son algunas de las curiosidades que se vieron en el evento de coleccionistas que se desarrolló en el Centro Cultural Julio Le Parc (Mitre y Godoy Cruz de Guaymallén). El encuentro –que se realizó este fin de semana- contó con una importante afluencia de público especializado y general que se acercó a conocer la pasión de más de 40 coleccionistas de distintas partes del país. Organizado por el Centro Numismático Mendoza Sur, el movimiento sorprendió a propios y ajenos. Es que los mesones atraparon la atención de compradores y visitantes debido a la variedad de monedas, medallas, estampillas, figuritas, cartas, billetes y autitos que se exhibieron y vendieron.
“Ha venido gente de afuera que se enteró ayer y se vino para acá”, relató Diego Funes, uno de los organizadores del evento. En medio de un Le Parc colmado, Liliana Manríquez, una importante coleccionista numismática de Perú, contó que se sorprendió por el interés generado y la afluencia de público. Coleccionista desde pequeña, Manríquez se dedica a la comercialización de billetes, medallas y monedas desde hace 13 años. Su experiencia la ha llevado a participar del encuentro de billetes más grande del mundo en Holanda y de uno similar en Estados Unidos. “Los billetes los divido por países y también por tipo de material, entre otras clasificaciones posibles”, contó la especialista. Por ejemplo, los de África generan mucho interés en esta parte del mundo y también los de polímero (un tipo de plástico) de distintas partes del mundo, que suelen ser conmemorativos.
Para los fanáticos estuvieron las charlas de Nicolás Labado sobre “Catalogación de monedas en entornos virtuales” y de Andrés D’Annunzio y Facundo Vaisman, dos expertos en detección de falsificaciones. En tanto, el domingo diseraton Jorge Andrés Alvez sobre “Billetes de Paraguay serie de reposición” y Carlos Eliseo Luque, quien habló sobre “La enigmática figura de Rosas en monedas riojanas”.
“La historia sobre los billetes del país es apasionante, ya que mucho se hacía en Bolivia por la mina de oro en Potosí”, contaron D’Annunzio y Vaisman. Ellos hablaron sobre la anarquía monetaria vivida entre 1865 y 1875, así como de las recomendaciones para detectar billetes falsos o apócrifos de la época entre los que se destacan los “reales bolivianos” y los “pesos fuerte”.
La historia del mundo a través de los objetos
Así, coleccionistas, especialistas o compradores disfrutaron del encuentro debido a que se trató de un espacio de camaradería, intercambio y sorpresas. El resto, aprovechó la oportunidad para aprender sobe la historia de los países a través de sus billetes, monedas de curso o conmemorativas, por nombrar algunas. “A través de los billetes buscamos conservar la historia y transmitir lo que sucedió en cada uno de los momentos”, contó Paola García del Centro de Numismática de Mendoza, que posee “plata” enmarcada en cuadritos de 200 países y conoce cada relato detrás de esos números o diseños. Al mencionado billete japonés llamado hansatsu (“sueño de libertad”) se suma el conmemorativo más reciente de 0 euro y el flamante argentino de $10.000 con una clase práctica para detectar su validez.
Hubo dos exposiciones más. Una de etiquetas de barricas de vino del coleccionista Rodolfo Colombano, un antiguo fanático de las estampillas que cuando llegó a Mendoza se enamoró de estas pequeñas obras de arte. Dueño de unas 300 etiquetas, en Le Parc se expusieron 170 que bodegas de todo el país colocaban en las barricas de 100 o 120 litros durante fines del siglo XIX y principios del XX para identificar los vinos que exportaban a países limítrofes. “Se dejaron de usar en 1950 y desde que vi la primera me convertí en un buscador de estos hermosos dibujos”, contó orgulloso Colombano. Marcas emblemáticas y colores vivos formaron parte de esta muestra particular.
Del otro lado, estuvieron los modelistas que también mostraron partecitas de historia a través de sus reproducciones a escala de distintos escenarios. Uno de los más comunes son los soldaditos, los aviones, los tanques de guerra y los autos antiguos. “Los muñequitos se compran y el resto lo construimos nosotros”, contó Gonzalo Sánchez de Modelistas Mendoza. Tanto ellos como sus colegas de Modelistas Valkiria IPMS Mendoza buscaron reproducir de manera fiel lo que sucedía en ese momento de la historia. Este, junto con la venta de autitos fue uno de los sitios que más disfrutaron los chicos. Autos en sus cajas originales y otros con distintas historias también se vieron en el evento de coleccionistas, un encuentro original en el que hubo mucho para aprender.