La comunidad del departamento de General San Martín, Mendoza, no sale de su asombro luego de que aparecieran en la vía pública, muy cerca del microcentro, ya siete perros mutilados, algunos de ellos muertos dentro de un canal de riego en la zona de la Terminal de Ómnibus.
El primer hallazgo, consignó Jornada Online, se produjo en junio pasado cuando tres canes fueron observados con características de torturas macabras lo que motivaron denuncias que ahora están siendo investigadas desde el Ministerio Público Fiscal del departamento del Este de la provincia cuyana.
“A fines de junio tuvimos una primera denuncia donde se nos dio la referencia de que ya era el tercer perro torturado. De ahí en más ya han aparecido cuatro perros más. Los dos últimos debieron ser sacrificados por las lesiones que presentaban, con mucho sangrado”, informó Oscar Sívori, jefe de los fiscales en San Martín.
Según el funcionario de la Justicia mendocina, “el último fue un Pitbull. El problema es que los perros que han sido encontrados dentro del canal -de riego- los han tenido que sacar sin tener conocimiento si los perros se han metido solos o los han arrojado en ese lugar. Tampoco si los han tirado a mitad de cuadra”, describió el fiscal.
En tanto, reflexionó que “tampoco si los han tirado un poco más lejos de donde fueron encontrados ya que en ese sector el canal está seco y por lo tanto no sabemos si los perros caminaron una vez arrojados y no pudieron salir“.
Sívori confirmó que “hay cámaras tanto en la Terminal de Ómnibus como en el cruce de la Calle Tropero Sosa y el problema es que las cámaras están enfocadas para el control del tránsito. No están enfocadas de manera que uno pueda ver lo que pasa en el medio de la cuadra“.
Entre los inconvenientes para dar con el o los autores de los crueles hechos la Justicia que investiga se suman que a los perros no se les puede tomar declaraciones y además no tienen chip de geolocalización.
“Uno podría ver la geolocalización y por lo tanto no podemos analizar por los lugares por donde han estado o los han tenido. Tampoco hemos podido hablar con alguien que haya visto algún tipo de situación relacionada con el caso. Eso nos dificulta el trabajo. Porque encima no sabemos si esa práctica la realiza algún vecino o si los perros los levantan por cualquier lugar, la tortura la realizan en otra zona y después los traen y los descartan ahí”, analizó.
Para el abogado “lo sucedido para todos es una cuestión muy violenta, porque la mutilación observada, para los veterinarios que hemos consultado se trata de una práctica muy dolorosa y que para los perros no es soportable. Por lo tanto creemos que antes los duermen a los perros. Es algo que aún no podemos llegar a descifrar cómo lo hacen o para qué lo hacen”.
“Porque si analizamos que al perro le sacán las uñas la primera pregunta es para qué. Cuál es el sentido de generarle a un animal tanto dolor. Hemos llegado a evaluar si todo esto se trata de algún tipo de ritual, proveniente de alguna secta. Hasta eso hemos considerado para tratar de descifrar esta situación”, manifestó Sívori.