Iscamen realizará una entrega semanal de cuatro millones de pupas de moscas estériles para ser utilizadas en Chile y será hasta completar 60 millones.
El Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen) retomó la provisión pupas o capullos estériles de moscas del Mediterráneo al programa de control que desarrolla Chile a través del Serviscio Agrícola y Ganadero (SAG), habiendo acordado recientemente una entrega semanal de cuatro millones de pupas hasta completar un total de 60 millones.
Los insectos fueron producidos en la bioplanta que la provincia posee en el departamento de Santa Rosa y serán empleadas por Chile en el marco de su programa de control de plagas.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (AIEA) destacó la importancia de la aplicación de la técnica del insecto estéril para el control preventivo de mosca del Mediterráneo y el trabajo conjunto entre Argentina y Chile a través de la provisión de insectos producidos en la bioplanta de Santa Rosa, la cual se reconoce como la instalación de cría masiva de moscas del Mediterráneo más grande de América del Sur. La publicación completa de AIEA puede leerse haciendo clic aquí.
Sobre la técnica del insecto estéril (TIE)
Consiste en la cría masiva, esterilización y posterior liberación al medio ambiente de ejemplares machos esterilizados de mosca del Mediterráneo, los que al cruzarse con hembras fértiles no dejan descendencia. Se complementa con acciones de control químico, cultural y legal.
La complejidad de este método de control implica contar con la estructura y el conocimiento necesario que permita la cría masiva de insectos susceptibles de ser esterilizados. Por ello, para luchar contra la mosca del Mediterráneo, se construyó la Bioplanta de producción de insectos estériles que la Provincia de Mendoza posee en el departamento de Santa Rosa. Esta biofábrica es una de las más importantes a nivel mundial y la primera en América del Sur.
La TIE es biológica por naturaleza, específica a nivel de especies y ecológicamente segura, amigable con el medio ambiente, no tiene un impacto negativo sobre la biodiversidad. No daña el medio ambiente, ya que el uso de agroquímicos se reduce disminuyendo los costos de producción y permitiendo a los enemigos naturales actuar en contra de plagas secundarias.
Los insectos estériles pueden ser liberados de forma aérea, inclusive desde grandes alturas, lo que da como resultado una distribución bastante uniforme.