Por DANIEL ARIOSTO / No son los planes sociales para la gente que no tiene trabajo o están en condiciones de indigencia, en realidad lo seguro está en manos de un proyecto, de una gesta, de un emprendimiento que muchas veces es citado como una empresa. Tampoco el Estado como empleador o gerenciando servicios. Solo el sector privado puede generar riqueza y empleo y tributar para sostener una estructura que la clase política debe administrar, con orden y eficiencia.
Ya lo dijo el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, Mario Grinman en la apertura del 19° Council of the Américas, del que también participó la UCIM: “La única manera de progresar es creando cada vez más empresas y más puestos de trabajo”.
“Salir a la calle o leer las noticias todos los días, es bastante complicado. Entendemos la necesidad y la libertad de expresarse de todos los que tengan que decir algo, pero creemos que lo deben hacer en el marco de la Constitución, respetando el derecho de los que quieren transitar y trabajar. En ese sentido exhortamos a las autoridades, la justicia, los que tienen la responsabilidad de hacer cumplir con la ley. El orden es fundamental aquí y en cualquier lugar del mundo”, continuó Grinman al analizar la coyuntura económica
Ese orden que no es solo en lo material, a la hora de organizar la vida en las ciudades, incluye que el estado respete las normas dadas para su organización, que garantice el pleno ejercicio de derechos de todos los ciudadanos y controle el cumplimiento de sus obligaciones. En definitiva, reglas claras para vivir, para poder estudiar, sanar, estar seguros, desarrollarnos, recibir servicios de justicia, emprender y trabajar.
Pero no solo en el sentido de regular la vida de todos los habitantes, sino aún más, permitir a todos a quienes no pueden acceder a una calidad de vida adecuada, darle una cobertura que le permita temporalmente, salir de una situación de pobreza hasta poder acceder a un trabajo formal que le brinde ingresos acordes a su esfuerzo. Un estado fuerte y solvente, podría cumplir con este tipo de deberes.
“Si bien es cierto que, producto de políticas equivocadas, hoy tenemos en nuestro país muchos ciudadanos que no estudian ni trabajan y que viven de la dádiva del gobierno de turno, también es cierto que somos muchos los millones de argentinos que nos levantamos todos los días a trabajar y a crear un mejor país. Es posible, todo en base del mérito y de la educación”, agregó el presidente de la CAC.
Solo podremos mirar hacia adelante si entendemos que la salida es la generación de riqueza, a través de empresas formales que producen, comercian y brindan servicios en el ámbito de la formalidad. Empresas grandes que traccionen la actividad de pymes, que empleen a cada vez más cantidad de argentinos para que todos puedan satisfacer sus necesidades y dar sustento y educación a sus familias para que sigan ese camino de desarrollo.
Nuestra realidad inestable, sin reglas de juego, con terrible inflación, dirigentes hambrientos de poder y sin verdadero sentido de la responsabilidad sobre los destinos del país, no está encaminada hacia un futuro próspero. Los más de 160 impuestos, la competencia desleal, la falta de herramientas financieras y el cambio constante de las reglas, que perjudican a cualquier emprendimiento, no hacen más que ampliar la informalidad y conducirnos a una ruta de decadencia y desaliento.
Tenemos a nuestro alcance recursos y oportunidades que, desde las profundidades en las que nos encontramos, no podemos ver.
La economía sigue, las empresas tienen que continuar, no se van a extinguir completamente, por mucho esfuerzo que la clase dirigente haga por acción o por desidia. Entonces, la Argentina necesita una conducción que entienda que con el respeto a la Constitución, es decir a las reglas de juego y con la prioridad de conseguir el bien común, está todo dado para salir adelante.
Un estado que motive la creación y desarrollo de empresas, que genere políticas dirigidas a facilitar su creación, progreso y permanencia, es lo que necesitamos. Estímulo, herramientas de crédito y financiación, flexibilización de legislaciones obsoletas y persecutorias, reducción de regímenes tributarios de los tres niveles y una política que promueva la inversión, son las condiciones necesarias para comenzar en el camino del crecimiento. En definitiva, políticas que piensen en la gente y no en seguir acumulando ventajas y mantener el poder.
“Un país se construye con el esfuerzo de todos -finalizó Grinman-. Con el apego a la Constitución, respetando la independencia de los poderes de la República, con educación, con orden, con trabajo y de manera imprescindible, con un sector privado que esté incentivado para invertir en nuestro país. Con capitales nacionales y del exterior. La única manera de progresar es creando cada vez más empresas y consecuentemente más puestos de trabajo”.
El Council of the Americas
Se desarrolla desde hace casi dos décadas en coordinación de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios y Americas Society/Council of the Americas y contó, en esta oportunidad con la presencia de destacados participantes de la política, la economía y dirigencias de nivel municipal, provincial, nacional e internacional.
El tema elegido para la edición 2022 fue “Argentina: perspectivas económicas y políticas” en donde la energía y la actual coyuntura económica ocuparon un lugar central.