Por Carolina Jacky / Algunos recordarán aquella Libreta de Ahorro de la Caja Nacional de Ahorro Postal. Desde que se ingresaba a la escuela primaria nos enseñaban lo que significaba el ahorro. Todos los meses debíamos agregar estampillas a esa libreta, que acreditaban nuestro depósito.
El Estado Argentino garantizaba ese depósito y nadie descreía de esa garantía. “Distribuya con método sus ingresos, controle sus gastos, AHORRE” rezaba la contratapa de esa libreta de ahorro.
Muchos años han pasado desde que el Estado Argentino defraudara a sus ahorristas. No fue la única vez que lo hizo y muchas veces pidió que confiáramos en él.
En aquellos tiempos se ahorraba en pesos moneda nacional.No solo se defraudó a esos niños, sino también muchos padres y abuelos, y así pasamos a pesos Ley 18.188, peso argentino, australes, pesos y con cada cambio una destrucción de la unidad monetaria nacional y la confianza de un pueblo.
Hoy estamos ante otra crisis en que los argentinos ponemos en riesgo nuestros ahorros.Hoy no hay una ley de intangibilidad de los depósitos bancarios como existía cuando el corralito. Los ahorristas ya no tienen esa protección.
Todos los días nos dicen que el Banco Central se queda sin reservas, pero pareciera que nunca se acaban. ¿O es que está usando los dólares que tienen depositados los ahorristas en los bancos?
Hay quienes dicen que si todos los ahorristas en dólares fueran a retirar sus ahorros, los bancos no tendrían como responder, y el Estado Argentino, una vez más tampoco.
También los bancos están llenos de títulos que les ha dado el Estado, también ANSES, si, los ahorros de los jubilados, los fondos que garantizan el pago de jubilaciones. Estos papeles representan miles de millones de pesos que el Estado debería emitir para cancelar.
En 1989 el Estado emitió el Plan Bonex y cambió los ahorros de la gente por ese título. Hoy puede hacer lo mismo, pero esto no podría perjudicar a los ahorristas de los bancos, sino a los propios bancos.
Se dice que si el Gobierno intentara llevar adelante un plan de este tipo, los bancos intentarán colocárselos a sus ahorristas.
Una vez más, los ahorristas corren el riesgo de padecer otra defraudación. La posibilidad existe, estamos en una crisis casi terminal, al borde del abismo.
Difícil decir que hacer, pero podemos prevenir y asegurarnos. La ley de intangibilidad de los depósitos, que salvó judicialmente a los ahorristas en dólares en tiempos del corralito, fue dictada ante la amenaza de los propios ahorristas de retirar sus ahorros de los bancos, una forma de evitar una corrida bancaria en aquel inolvidable 2001.
En economía nadie tiene la bola de cristal pero como en meteorología, ante ciertas condiciones atmosféricas se puede pronosticar lo que podría suceder. Poco es lo que cada uno de nosotros podemos hacer para evitar una tormenta, solo tomar las precauciones correspondientes, y no entrar en pánico.