En términos generales, la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir con esta patología en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer, a edades tempranas, enfermedades no transmisibles, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Por ello, y de alguna manera anticipándose a esta problemática, el Programa de Atención Integral a Niños con Sobrepeso y Obesidad (Painos) realiza un trabajo integral y de conjunto entre nutricionistas, pediatras y psicólogas. Desde la Municipalidad de San Martín se acompaña con esta iniciativa, y pone a disposición profesionales para la realización de actividades físicas reguladas.
Los días miércoles, de 10 a 11 y de 15 a 16 horas, se realizan los encuentros donde se programan las actividades que los niños de 5 a 11 años pueden seguir desarrollando en su casa.
“El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente, hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil. La comuna acompañará este proceso y es deseo del intendente Raúl Rufeil colaborar fuertemente”, aseguró Dario Vázquez, director de Deportes de San Martín.
Desde el Hospital Alfredo Perrupato se realizan encuentros de nutrición grupales, trabajos de autoestima y juegos interactivos. Todo se articula de manera grupal, familiar y también individual. La psicóloga Patricia Berrios, la nutricionista Erika Baigorria y la pediatra Alejandra Huerta, acompañan junto a un numeroso equipo de médicos y profesionales, las tareas. Mientras que desde Deportes de la comuna se suman al trabajo, la responsable del área de Salud Patricia Parlavechio, junto a las profesoras Yanina Benedetti y Noelia Gómez.
El abordaje se enfoca en el cambio de hábitos de la familia (alimentación, actividad física), apuntando a la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. Aunque va mucho más allá de él, ya que contempla también los aspectos psico- emocionales. Entonces, se trata de ayudar al niño-adolescente a gestionar sus emociones de manera saludable. Esto, teniendo en cuenta que parte de la problemática de la obesidad va más allá de lo físico-alimentario y que comprende aspectos afectivos y emocionales tanto en su génesis como en sus consecuencias.