Ricardo Santos fue el primer bodeguero en exportar Malbec de Argentina en 1972. Hoy su hijo Patricio mantiene vivo el concepto de los vinos de calidad aunque con la mente tan abierta que recibió con los brazos abiertos a los patriotas fabricantes de la cerveza Berlina para hacer sus primeros vinos en Russell, Maipú, Mendoza.
El Vino Argentino tuvo en 1972 una de sus mejores experiencias cuando Ricardo Santos logró vender a Estados Unidos la primera operación de comercio exterior de Malbec. Convenciendo al importador, de ese momento, que esa variedad iba a ser el futuro del Vino Argentino.
A un lustro de esa gesta, la Bodega Ricardo Santos, con la intervención de su hijo Patricio, sigue enfrentando desafíos con la mente tan abierta, a tal punto, que el viernes -11 de noviembre de 2022- en el establecimiento que mira a la Cordillera de los Andes participó en la presentación de los Vinos Berlina. Los flamantes hijos de los fabricantes de la Cerveza Berlina, con base en el histórico poblado de Colonia Suiza, a 30 kilómetros de San Carlos de Bariloche, en la Patagonia Argentina.
Desde el establecimiento en el distrito de Russell, en el departamento mendocino de Maipú, Patricio Santos recordó aquella gesta parado en lo que es hoy la empresa vitivinícola que representa: “Fue en entre los años 1972 y 1973. Ya pasaron varias décadas y actualmente somos productores de distintas variedades de vinos pero fundamentalmente de Malbec”.
“Yo siempre digo que cuando Argentina fue básicamente conocida por el Malbec siempre hubo una suerte de injusticia debido a que en el país se producen muchas otras variedades y que no salen porque no son Malbec. Pero creo que estamos en el momento para explotar con otras variedades, incluso con más Malbec. Porque el Malbec no está terminado y creo que esto fue el puntapié inicial hace muchos años y ahora venimos con una nueva etapa. Con nuevos estilos de Malbec, de distintas zonas, puro o en blends. Hay Malbec para mucho tiempo”, apostó.
Sin embargo aconsejó no descuidar “otros grandes vinos que se producen en Argentina. Por ejemplo los de la variedad Bonarda. Personalmente soy un gran fanático del Bonarda pero también de variedades clásicas como el Cabernet Sauvignon. No necesitamos tener una variedad excusiva como teníamos cuando empezamos. Hoy sigue siendo la nave insignia y lo será por muchos años. Probablemente por siempre, pero hay otras cosas para mostrar al mundo”.
En cuanto a lo que pide el consumidor internacional de los vinos de Argentina, Santos explicó que “lo que busca es un vino digno, real, clásico, que le agrade, un vino que pueda disfrutar. Y creo que el Malbec es una variedad que pueda dar todo eso. El desafío de los vinos frutados creo que son modas y que van pasando. Pero sigue habiendo mercado para los clásicos que se hacían hace unos 10 años y creo que hoy nos hemos impuesto algo que va más allá de un estilo de moda, que puede ser un vino frutado, menos estructurado. Por suerte hemos superado eso y hoy, por ejemplo, hay mercados para distintos estilos de Malbec”.
Con la mirada inquieta para aceptar lo novedoso destacó el emprendimiento de los vinos Berlina: “Con ellos empezamos a trabajar este año y la verdad es que sorprendido por la apertura que tienen en su forma de trabajar. Nosotros en la bodega elaboramos vinos para varios terceros que hacen sus marcas, que están empezando. Muchos de ellos después se van. Construyen sus bodegas y después se acuerdan de nosotros y de las buenas épocas que pasamos juntos. Siempre con mucha alegría. Siempre. Y para llegar a comulgar con todo eso hay que ser muy abiertos y tratamos de mantenernos así”.
“Siempre los recibimos de la mejor manera. Les decimos que vengan acá, que pasen un buen momento y si hay que tomar cerveza como la de Berlina que estoy tomando está todo más bien. En cuanto al vino de Berlina lo vengo probando desde que cosecharon la uva. En el caso de la cerveza de Berlina es algo muy interesante. Así como es muy importante que venga gente del vino también es muy importante que lleguen de otro palo, de otro sector. Porque traen ideas nuevas. Algunas prosperarán y otras no, pero el desafío siempre está. Yo aconsejo que prueben la cerveza de Berlina, porque es distinta a otras que he probado. Eso mismo están haciendo en el vino”, valoró.
Insitiendo en el concepto de bodega de puertas abiertas, el hombre invitó: “Vengan a acompañarnos y si tienen ganas de innovar nosotros somos los que más disfrutamos con las ideas nuevas de los terceros que aquí abrazamos”.