Investigadores de Francia, que realizan estudios genéticos sobre poblaciones nativas, se reunieron con miembros de las comunidades originarias e investigadores locales, en el Museo Moyano.
Desde la Dirección de Patrimonio Cultural y Museos de la provincia, junto al Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas Juan Cornelio Moyano, se organizó una mesa de diálogo con miembros de pueblos originarios, con motivo de la visita de Elizabeth Nelson y Pierre Luisi, investigadores que llevan adelante un importante trabajo de análisis de tipo genético sobre poblaciones originarias del Cono Sur, particularmente de Argentina y Chile.
El lunes pasado, en las instalaciones del Museo Moyano, se realizó una convocatoria para establecer un acercamiento y comentar acerca de la investigación en curso, el tipo de trabajo, alcance y los resultados que se han obtenido en otras provincias.
Este trabajo se realiza a partir de muestras enviadas hace algunos años a laboratorios del Instituto Pasteur, de París, en base a un proyecto que lidera Nicolás Rascovan, investigador argentino radicado en aquella ciudad y especialista en estudios genéticos de poblaciones antiguas.
La investigación apunta, por un lado, a establecer las características genéticas de la población local y, por otro lado, analizar enfermedades antiguas y patologías que, desde el punto de vista genético, se pueden detectar a través del análisis de diferentes partes del esqueleto humano y piezas dentales.
De esta manera, se combinan estudios genéticos de posibles patologías y enfermedades en las poblaciones de América para lograr un mayor conocimiento y acercamiento a las ancestrías de las poblaciones originarias, en nuestro caso de Mendoza.
La reunión se realizó bajo los parámetros de diálogo e interacción permanente respecto de las miradas y sentimientos que las comunidades originarias locales tienen en relación a los trabajos arqueológicos y antropológicos que se llevan adelante y la cooperación con investigadores.
Los restos analizados se encuentran en distintos laboratorios de investigación, fundamentalmente el Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas Juan Cornelio Moyano, el Museo de Historia Natural de San Rafael y un grupo de muestra que pertenece a poblaciones históricas coloniales, del centro investigaciones Ruinas de San Francisco, Área Fundacional de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza.
Los disertantes, Elizabeth Nelson y Pierre Luisi, se encuentran en nuestra provincia en el marco de dos charlas destinadas a docentes, graduados y estudiantes de la carrera de Arquelogía e Historia, en las que destacaron los avances en paleopatología, investigando enfermedades en el pasado y estudios genéticos de poblaciones del pasado
Elizabeth Nelson es becaria posdoctoral en Unidad de Paleogenómica Microbiana del Instituto Pasteur, París, Francia, y docente de la facultad principal de las Escuelas de Verano en Genómica para Pueblos Originarios (SING), Canadá.
Pierre Luisi es investigador asistente del Consejo Nacional de Ciencias y Técnicas (Conicet), profesor asistente de la Escuela de Antropología, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba, y Becario Posdoctoral, Unidad de Paleogenómica Microbiana, Instituto Pasteur, París, Francia.
La paleopatología es el estudio de las enfermedades antiguas. Sin embargo, las enfermedades que afectan la salud de la población son extremadamente complejas y varios factores biológicos, sociales y ambientales influyen en su aparición. Por lo tanto, la paleopatología es un esfuerzo interdisciplinario en el que se utilizan varios métodos para investigar enfermedades y reconstruir la experiencia vivida por personas del pasado.
Así, los resultados son interpretados para examinar la enfermedad dentro de contextos bioculturales y evaluar la aparición de enfermedades infecciosas dentro de los factores socioculturales y ambientales que dan forma a los escenarios epidemiológicos. Con este trabajo se determina la naturaleza dinámica de la enfermedad y se reconstruye la experiencia vivida por estas poblaciones del pasado.
Con la llegada de la secuenciación de alto rendimiento, se generaron datos genómicos para miles de especímenes arqueológicos en pocos años. Los datos de ADN antiguo permiten estimar la diversidad genética de poblaciones en diferentes regiones y épocas, información que resulta valiosa para tratar numerosas preguntas en antropología, arqueología y biología evolutiva.
Puntualmente, al cruce de estos campos, un aporte destacado del ADN antiguo es acerca de la inferencia de procesos demográficos del pasado, como la migración o el mestizaje entre poblaciones. A pesar de ser una de las regiones menos estudiadas con este enfoque, estudios recientes contribuyeron a entender mejor el origen de las poblaciones de América, a veces reavivando debates más o menos vigentes en arqueología.