Por CAROLINA JACKY / El mensaje presidencial dado a la sociedad, de que se puede desobedecer una orden judicial, solo como mensaje, provoca un quiebre en la defensa de los derechos y garantías ciudadanas.
EL Presidente desafía a la cabeza del Poder Judicial, a uno de los tres poderes del Estado, y lo hace hasta planteando un recurso judicial inexistente en nuestro ordenamiento jurídico.
El ejemplo de desobediencia afecta directamente todo el andamiaje jurídico, y es una grave lesión a los derechos humanos.
Esta posición es indefendible, y mucho más al ser apoyada por otros dirigentes políticos con responsabilidad institucional.
Ningún argumento es válido para este actuar, y constituye un paso hacia el autoritarismo, o sea hacia un régimen dictatorial.
Para colmo se usan argumentos falsos y mentiras para sostener este alzamiento, engañando al pueblo.
Argumentos que también son sostenidos por distintos comunicadores sociales, o debería decir, comunicadores políticos disfrazados de periodistas o medios, que en complicidad con el Presidente de la República apoyan la comisión de este grave delito.
Llama la atención que los y las defensoras de los derechos humanos y las organizaciones comprometidas con estos derechos nadan diga al respecto.
¿Dónde están los y las militantes?, me pregunto…
No puede indignar más para quienes todos los días luchan en defensa de esos derechos, ver que este mensaje servirá para que no se respeten las prohibiciones de acercamiento, para que no se cumplan con las cuotas alimentarias, para que nadie se capacite conforme a la Ley Micaela.
Cada uno hará lo que quiera
Chau a la lucha contra la discriminación, chau a toda orden judicial que impida la comisión de un acto de discriminación y/o violencia.
Porque obedecer si el Presidente no obedece.
El que calla otorga, los que callan otorgan.
Los argentinos aprendimos que el camino para defender la democracia no eran las armas, dijimos NUNCA MÁS.
Hoy tenemos que asumir el compromiso de manifestarnos por el NUNCA MÁS.
Es hora de alzar nuestra voz, hacernos escuchar.
El pueblo tiene que hablar, el pueblo debe decir ASÍ NO, ASÍ NO.
Posiblemente sea necesario crear un movimiento que atraviese toda la Argentina.
El pueblo necesita una voz que esté fuera de la grieta y dentro de la Constitución Nacional.