El gremio donde se nuclean los empleados de Aduana Argentina profundiza su plan de lucha con un paro de 48 horas que afecta todas las dependencias del país. Reclaman una recomposición salarial y denuncian indiferencia de las autoridades
El personal de la Aduana Argentina de todo el país inició este miércoles un paro de actividades de 48 horas convocado por el Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (SUPARA), en el marco de un conflicto que se agrava semana a semana por la falta de acuerdo salarial con la Dirección General de Aduanas.
La medida de fuerza comenzó este martes a las 7 y se extenderá hasta las 19 del miércoles, con presencia en los lugares de trabajo pero sin atención al público ni procesamiento de operaciones aduaneras, salvo en casos humanitarios o vinculados con la salud pública.
Desde el gremio aduanero justificaron la medida al denunciar una “postura indiferente e intransigente” por parte de las autoridades del organismo frente al reclamo de una recomposición salarial. “Profundizamos el plan de lucha en defensa de nuestro genuino derecho a paritarias libres y homologadas“, expresó SUPARA en un comunicado difundido esta semana.
El paro, que también incluye un “apagón informático” (la desconexión de las computadoras asignadas a cada agente, una vez cargada la asistencia), se complementa con asambleas informativas en todas las dependencias del país y con la decisión de mantener un estado de “alerta permanente“.
SUPARA ya había realizado un paro los días 25 y 26 de marzo, en lo que fue el puntapié inicial de un plan de lucha que ahora se intensifica. Además de las jornadas de protesta de esta semana, el gremio ya anticipó nuevas medidas para el 29 y 30 de abril.
Por el momento, la protesta no impacta en el turismo internacional de pasajeros, según aclaró el gremio. No obstante, sí afecta trámites vinculados a importaciones, exportaciones y operaciones comerciales en los distintos pasos fronterizos y terminales portuarias.
El conflicto entre el personal de Aduana y el Gobierno nacional surge en un contexto de deterioro salarial generalizado dentro del sector público, en medio de una inflación sostenida y sin avances concretos en las negociaciones paritarias.