Luego de la visita al complejo penitenciario de Almafuerte II por parte del Gobernador Rodolfo Suárez, junto con autoridades del Gobierno provincial y de la Justicia de Mendoza, el Servicio Penitenciario avanza con la instalación de inhibidores de telefonía celular.
Autoridades del Servicio Penitenciario de Mendoza, junto con integrantes de INVAP (Investigaciones Aplicadas Sociedad del Estado), visitaron los complejos y unidades penales de todo el territorio para comprobar la viabilidad de la instalación de inhibidores de telefonía celular.
La empresa argentina de alta tecnología dedicada al diseño, integración y construcción de plantas y equipamientos ya cuenta con este tipo de sistemas en cárceles de Rosario.
Nuestra provincia se ha puesto al frente de esta temática para ejercer en las cárceles mayor control de la seguridad, mediante la modernización del sistema, la incorporación de tecnología y la puesta en funcionamiento de uno de los complejos penitenciarios más grandes y modernos de Latinoamérica.
En este sentido, la necesidad de instalar estos inhibidores se debe a la peligrosidad que ostentan algunas personas privadas de libertad, por su capacidad tecnológica para seguir operando desde las cárceles con telefonía celular.
Asimismo, el gobernador Rodolfo Suárez hizo hincapié en el hecho de que “para combatir la inseguridad, los que cometen delitos tienen que estar detenidos. En Mendoza siempre decimos que el que las hace las paga, pero para que paguen, tenemos que tener las infraestructuras adecuadas”. A esto se suma la tecnología y seguridad inteligente con la que cuenta el nuevo establecimiento carcelario.
Los ingenieros y desarrolladores de equipamiento especializado en esta temática Alejandro Flores y Rubén Gómez realizaron el estudio técnico y la viabilidad para instalar inhibidores en el sector de máxima seguridad de Almafuerte II y en los complejos penitenciarios de Boulogne Sur Mer y San Felipe.
La empresa trabaja además en áreas de alta complejidad, como defensa y seguridad, energía nuclear, tecnología espacial, tecnología industrial y equipamiento médico y científico, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las personas y aportar al desarrollo sustentable.
Este nuevo sistema de neutralización de la conectividad por telefonía celular ya funciona en las cárceles de la ciudad de Rosario, mediante antenas que irradian una onda que anula la conexión en el espacio que ocupa ese establecimiento emitiendo señales de interferencia hacia la red celular y de datos dentro del predio.
El director general del Servicio Penitenciario de Mendoza, Eduardo Orellana, explicó que nuestra provincia se ha convertido en el quinto sistema penitenciario del país, con más de 6 mil personas alojadas intramuros en los 22 complejos, unidades y alcaidías, motivo por el cual surge la necesidad de realizar el relevamiento de campo, hacer simulaciones de coberturas de señal y analizar la potencia que deberían tener los equipos de inhibición.