Se trata de Javier Santos Ortega, quien admitió haber pagado sobornos a la “banda” de Bento. Fue encontrado sin vida en su vivienda.
Uno de los imputados en Mendoza por el sonado caso del exjuez federal, Walter Bento, fue encontrado muerto luego de que hubiera admitido pagar sobornos. Se trata del hallazgo del cuerpo sin vida de Javier Santos Ortega en el interior de su vivienda del Barrio Las Marías, de Guaymallén.
Ortega era uno de los 33 imputados; en su caso, por “cohecho activo agravado por un hecho en calidad de coautor respecto de su propia situación como sobornador”.
En la estructura que se investiga, Ortega era uno de los empresarios que pagó sobornos para beneficiarse en causas de contrabando. Él mismo lo admitió durante el juicio que aún se lleva a cabo: dijo que entregó un total de 722 mil dólares -con la exigencia de llegar a un millón- para que “lo dejaran limpio”.
Señaló que los pagos eran canalizados a través de Diego Aliaga -asesinado años atrás- y los abogados Matías Aramayo, Martín Ríos y Luciano Ortego, y que el dinero tenía como destino final a Bento, a quien identificó como “el jefe” de la maniobra.

Fuentes judiciales contaron al Post que Javier Ortega estaba siendo investigado en otra causa, por contrabando, y recientemente le rechazaron el pedido de prisión domiciliaria que había hecho su abogado, Roberto Lavado. Por lo tanto, como el próximo lunes iba a ser trasladado a la cárcel, habría tomado la decisión de quitarse la vida.