Un docente está en el centro de una investigación en el departamento de General Alvear luego de que encontraran en la vía pública una tarjeta de memoria con imágenes de un abuso sexual infantil de años.
La Justicia de Mendoza investiga hace meses una serie de imágenes guardadas en una tarjeta de memoria de un teléfono móvil de 32 gigas con abusos sexuales reiterados a un niño de aproximadamente un año hasta los seis y que fue encontrada en la vía pública en el departamento de General Alvear.
Todo comenzó cuando dos estudiantes encontraron a la tarjeta SIM tirada en una vereda a unas siete cuadras de un servicio técnico de telefonía móvil y que antes de formatearla no aguantaron la curiosidad y realizaron el escabroso hallazgo con las imágenes de abuso sexual infantil y de otras tomadas en un colegio con claras connotaciones sexuales.
Una vez que las adolescentes quedaron espantadas por lo encontrado, llevaron la novedad hasta la Policía de Mendoza, desde donde inició todo el proceso en averiguación del responsable de la tarjeta que la habría perdido accidentalmente antes de llegar con su teléfono al servicio técnico.
Una vez conocido el material que contenía la tarjeta de memoria, la Policía de Mendoza le dio intervención a la Fiscalía del Sur de Mendoza que se ocupa de estos casos en los departamentos de San Rafael, General Alvear y Malargüe.
Desde la Justicia envió la tarjeta SIM al departamento de Delitos Tecnológicos para que se extraiga la información gráfica, aunque también para establecer en qué teléfono había sido utilizada y así poder llegar a su propietario.
Una historia de abuso infantil de años en el sur de Mendoza
Tras los trabajos de investigación fue que se logró establecer que el dueño de la tarjeta había llevado al servicio técnico su celular y como sabía del contenido de la SIM, la habría quitado y al querer guardarla en un bolsillo, se la perdió accidentalmente.
Con el tiempo, los investigadores tecnológicos lograron establecer la identidad del propietario del teléfono y de la tarjeta, información que le fue compartida al fiscal Javier Giaroli.
Durante meses, el fiscal mendocino estuvo reuniendo pruebas sobre quién salía en las fotos, una persona menor de edad del entorno familiar y las mujeres que estaban en otras imágenes, a quienes fotografió sin su consentimiento, y que son de una escuela donde el hombre daba clases.
En cuanto a la identidad del sospechoso, quien fue imputado y recuperó la libertad, se mantiene en reserva para que la presunta víctima no sea identificada debido a que están relacionados familiarmente.