Por CAROLINA JACKY / Ya sea porque han aprendido a manejar los escándalos de corrupción -especialmente después del caso #Líbra-, o porque han sido tomados por sorpresa, esta vez la corrupción resulta ser una distracción muy oportuna para encubrir los problemas económicos.
Aunque la corrupción golpea, nunca lo hace con la misma fuerza que la economía. El gobierno sabe que la gente vota con el bolsillo, de ahí la famosa frase “roban, pero hacen”. En este contexto, las coimas en el sector de medicamentos llegan en el momento ideal para que nadie preste atención al dólar, a la tasa de interés ni al índice de inflación. Al gobierno le urge llegar a las elecciones, cueste lo que cueste y sin importar la honra o el honor.
Justo cuando el gobierno ha perdido el control de la economía y no encuentra cómo evitar que los pesos se fuguen hacia el dólar, era necesario encontrar una distracción hasta poder solucionar el problema. Hoy sabemos que en este mes habrá un aumento del 3 % en alimentos, lo que impactará directamente en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). En septiembre, seguramente no habrá nada que festejar, pero la distracción de las coimas puede ser efectiva.
Los efectos de las altas tasas de interés se sentirán con mayor fuerza después de las elecciones de octubre, después de haber obtenido el voto de aquellos que, como en la elección de medio término en tiempos de Macri, aún creen. La realidad es que Milei fracasó, y está muy lejos de la tan mencionada economía liberal que pregonó en su campaña.
La crítica académica y el intervencionismo estatal
El grado de intervencionismo estatal en la economía actual supera a muchos experimentos socialistas y filocomunistas. La intervención en el sistema bancario, con un encaje obligatorio superior al 55 %, equivale prácticamente a una nacionalización de la banca, lo que afecta directamente esa propiedad privada que juró respetar.
En este contexto, tres académicos del Instituto Ludwig von Mises de Alemania —Rolf W. Puster, Jörg Guido Hülsmann y Hans-Hermann Hoppe— renunciaron al Consejo Asesor Científico por la creación de un “Premio Conmemorativo en honor a Ludwig von Mises” para el presidente argentino Javier Milei. Los académicos cuestionaron el conocimiento de Milei sobre la Escuela Austríaca de Economía y advirtieron que el premio podría dañar la reputación de la institución y de la escuela en general. Al respecto, manifestaron que el conocimiento de Milei sobre las ideas de la Escuela Austríaca es “superficial y erróneo”, y añadieron que “todos los logros de su historial político hasta la fecha se ven ya contrarrestados por importantes pasivos”.
La timba financiera y la propuesta de “Protectora Fuerza Política”
La mayoría de los argentinos ya conoce la timba financiera, el mayor endeudamiento para sostener un dólar intervenido que no flota, y la bicicleta financiera que destruye la producción y el empleo. Ante este tipo de gobiernos, la gente aprovecha para viajar al exterior y comprar productos importados mientras la industria nacional se va a la quiebra.
Según la noticia, “Los Argentinos compraron en 4 meses un neto de U$S 8.866 millones. Los depósitos en dólares crecieron en solo U$S 3.729 millones. El resto que suman U$S 5.137 millones, tal vez hayan tomado camino a la caja de seguridad”. Caputo pretendía que los dólares salieran del colchón, pero solo ha logrado que los colchones sigan engordando.
Protectora Fuerza Política enarbola las banderas de la Economía Social de Mercado, un modelo incluido en su plataforma que sacó a Alemania de la hiperinflación y que aplican algunos de los países hermanos, permitiéndoles alcanzar una estabilidad económica no afectada por los problemas políticos.
Para no repetir errores, debemos aprender que la intervención en el mercado de cambios y el juego con la tasa de interés siempre terminan en fracaso. Ni el Estado presente ni el Estado ausente dan resultados. Protectora Fuerza Política propone un Estado inteligente basado en la Economía Social de Mercado.