La interna en el máximo tribunal provincial dio un giro inesperado: Mario Adaro decidió competir directamente contra Dalmiro Garay por la presidencia de la Suprema Corte, apoyado en una alianza con José Valerio que reconfigura los equilibrios de poder.
La disputa por la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza sumó un capítulo decisivo con el movimiento que pocos anticipaban: Mario Adaro, referente del ala peronista del tribunal, se lanzó como candidato para enfrentar a Dalmiro Garay, actual presidente que busca una nueva reelección en un clima de negociaciones tensas y rupturas internas.
¿Por qué Mario Adaro decidió competir directamente contra Dalmiro Garay?
La tensión dentro del tribunal se agudizó cuando empezó a circular en los pasillos del Palacio Judicial la posibilidad de que Adaro abandonara la búsqueda de un candidato alternativo y asumiera él mismo el desafío. La alianza con José Valerio —quien se distanció del armado cornejista— fue determinante. Ambos comparten una crítica central: la dependencia de Garay respecto a las órdenes del gobernador Alfredo Cornejo, a quien consideran el verdadero poder detrás de su presidencia.
Esa lectura común selló un acuerdo político que impulsó a Adaro a encabezar la ofensiva para desplazar al oficialismo judicial.
¿Cómo llegó la Corte a un escenario de quiebre interno?
Desde el arribo de Garay al tribunal, trasladado desde el Ministerio de Gobierno durante el primer mandato de Cornejo, la Corte quedó marcada por una mayoría alineada con el radicalismo. Sin embargo, ese bloque comenzó a resquebrajarse.
La ruptura definitiva se evidenció cuando Valerio, antiguo aliado clave del gobernador dentro del máximo tribunal, cortó vínculos con Garay y se acercó progresivamente a Adaro. Con esa modificación, la geometría interna dejó de garantizarle a Garay una continuidad automática, obligándolo a buscar apoyos entre los ministros peronistas.
¿Qué negoció Garay para asegurar su re-reelección?
Ante la pérdida del voto de Valerio, Garay activó negociaciones silenciosas para obtener el apoyo necesario dentro del ala peronista. Fuentes consultadas señalaron gestiones intensas sobre los ministros Julio Gómez y Omar Palermo, con avances especialmente sobre el primero.
Entre las concesiones que habrían circulado como moneda de negociación se mencionan cargos vacantes en juzgados de Familia y Penal, además de la atención a causas sensibles para sectores del peronismo. Las recientes designaciones de magistrados y la situación de un juez ligado al peronismo, que enfrenta la etapa final de un Jury, alimentan esas versiones.
¿Cómo y cuándo oficializó Mario Adaro su jugada?
En medio de rumores acelerados, Adaro decidió confirmar a sus pares que competiría directamente contra Garay. Se lo comunicó tanto al presidente del tribunal como a Palermo, quien —según trascendidos— estaría más dispuesto a acompañarlo que su colega Gómez.
La confirmación dejó sin efecto la idea de presentar un “tercer candidato” y convirtió la disputa en un enfrentamiento directo entre Adaro y Garay.
¿Qué pasó con la fecha de la votación?
El cónclave para elegir al próximo presidente de la Corte está previsto para el martes 25 de noviembre. Sin embargo, hubo un intento de maniobra previa: José Valerio había avisado que viajaría a San Martín de los Andes para un encuentro de jueces, y Garay programó la votación justo horas después de su vuelo. Finalmente, la jugada no prosperó y la elección se realizará el martes.