Los Centros de Desarrollo Infantil y Familiar adecuaron sus actividades a la temporada de verano a fin de brindar los servicios habituales a las familias mendocinas que lo requirieron
En un año marcado por las dificultades a raíz del actual contexto económico adverso, en Mendoza, los CDIyF (Centros de Desarrollo Infantil y Familiar) mantuvieron sus puertas abiertas durante todo el verano lo cual les permitió a los chicos aprovechar las vacaciones escolares. Fue para colaborar con el esfuerzo cotidiano de los adultos responsables de niños y niñas que por distintas razones no pueden dejar de realizar sus actividades laborales durante el receso estival.
La importancia de la decisión de la Dirección General de Protección de Derechos, del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes, radica en que durante más de una década la actividad de estos centros coincidió casi unificadamente con la actividad escolar. Trabajaban hasta final de diciembre y retomaban las tareas habituales a principios de febrero.
Este año, las autoridades consideraron propicio y necesario que la actividad de estos centros de desarrollo no se viera interrumpida por vacaciones.
Mendoza cuenta con 39 centros distribuidos geográficamente de forma estratégica a fin de contener y acompañar a familias de zonas de alta vulnerabilidad social. El servicio que prestan de forma habitual tiene su fundamento principal en la defensa y protección de los derechos básicos de niñas y niños.
Desde cada CDIyF se apunta a brindar apoyo nutricional con la entrega diaria, de acuerdo con los horarios en los que funcionan, de desayuno, colación, almuerzo, merienda e incluso cena. Además, se presta el servicio de apoyo escolar, colaborando con niños y niñas en la realización de sus tareas escolares, con la utilización de salas de lecturas munidas de contenido especial para fomentar el hábito de leer.
Con las familias se trabaja en talleres sobre diversas temáticas con el objetivo de fortalecer la vinculación y promover la existencia de un entorno saludable y contenedor para niños y niñas.
Desde la dirección de los CDIyF, dependiente de la Dirección de Protección y Restitución de Derechos, destacan que esta apertura estival no podría haberse realizado sin la voluntad y predisposición de quienes están al frente de cada centro y de su personal para organizar y reorganizar horarios y calendarios de licencias y a fin de poder cubrir de forma completa el mes de enero. Resaltaron también el trabajo conjunto que implicó planear y desarrollar actividades especiales basadas en ejes lúdicos promoviendo el esparcimiento y la diversión de los niños que asistieran durante las vacaciones.
El Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes realizó una inversión especial para instalar piletas y juegos acuáticos para hacer frente a las altas temperaturas y estimular la realización de actividad física.
La directora de los CDIyF, licenciada Daniela Ciani, fue contundente al afirmar que lo que se busca es “sentar un precedente para demostrar que, con voluntad, empatía y algo de esfuerzo personal, sumado a una buena organización, a partir de ahora se puede hablar en la provincia de centros de puertas abiertas los 365 días del año”.
“La necesidad no se toma vacaciones y no solo hablamos de comida para los niños, sino también de apoyo y acompañamiento a aquellos adultos que por distintas razones no pudieron gozar de un receso de actividades laborales. Muchos adultos, si no cumplen a diario con sus tareas, no pueden llevar un plato de comida a sus hogares y esto también es una necesidad”, explicó Ciani.
“Las familias con las que trabajan los CDIyF han generado lazos tan fuertes con la institución, que es como si fuera parte de su familia. No poder contar con ese apoyo durante casi dos meses les genera complicaciones importantes”, enfatizó la profesional.
Igualmente, otro punto que remarcó la directora se relaciona con la meseta que se produce en materia de servicios durante enero. “Todas las personas que trabajan en niñez y adolescencias, en especial las dedicadas al abordaje territorial, saben que enero es uno de los meses más complicados del año para el seguimiento y detección de situaciones de vulnerabilidad, porque contamos con menos red de efectores que la habitual y con servicios en su mayoría resentidos por las licencias. No tenemos escuelas, jardines maternales, los juzgados están de ferias trabajando con guardias, entre otros”.
Si bien la asistencia a estos centros no es obligatoria, son muchas las familias que durante el año hacen uso de un recurso tan importante. Se estima que, en el receso estival, más del 50% de las familias que habitualmente acuden a los CDIyF asistieron con normalidad en todo el territorio provincial.
“Nos convertimos en una opción para muchas familias que no se tomaron vacaciones y que continuaron con su rutina habitual. Por eso intentamos que nuestros niños y niñas disfrutaran de sus vacaciones dentro de nuestras posibilidades, con juegos, recreación y por sobre todo mucha creatividad del personal de cada centro, que puso lo mejor de sí para garantizar los derechos básicos de niñas y niños como la alimentación, el esparcimiento y la protección integral”, finalizó Daniela Ciani.
Por su parte, el subsecretario de Desarrollo Social, Alejandro Verón, celebró esta iniciativa y enfatizó que este tipo de medidas tienen como finalidad fortalecer lineamientos de trabajo planteados desde el principio de gestión. “Este es un camino que se trazó desde el inicio y que venimos reforzando a diario en materia de cuidado de las infancias y en especial de la primera infancia en toda la provincia”, resaltó el funcionario.
“Es sumamente importante que los CDIyF estuvieran abiertos durante enero para acompañar a muchas familias en las tareas de cuidado y a los niños y niñas en su desempeño educativo y recreativo. Esto viene a dar continuidad al cumplimiento de los objetivos presentes en un plan estratégico con que cuenta Mendoza en relación con la primera infancia”, afirmó Verón.
El funcionario también se mostró conforme con el amplio crecimiento que a lo largo de todo el territorio provincial han tenido estos Centros de Desarrollo Infantil y Familiar. “Cerramos un 2022 con 17 salas nuevas en toda la provincia y comenzamos un 2023 con la incorporación de 300 niños y niñas más dentro del sistema de CDIyF. Esto habla de una tarea bien hecha y de que la primera infancia es un tema que nos preocupa y nos ocupa a la hora de hablar de gestión”, expresó el titular de la Subsecretaria de Desarrollo Social.
En consonancia, tanto con las autoridades de la Subsecretaria de Desarrollo como con las autoridades de la Dirección General de Protección, la responsable de la Dirección de Protección y Restitución de Derechos, Jessica Benítez, afirmó que “la intención es continuar y profundizar líneas de acción concretas en función de la protección de la primera infancia en la provincia de Mendoza. Estamos convencidos de que este es el camino en materia de protección de derechos de niños y niñas. Por eso hemos trabajado mucho durante el año pasado en la ampliación de salas para su contención y la de sus familias”.
“Para 2023 hemos fijado como meta continuar ampliando el sistema, y ya no solo con salas, sino abriendo nuevos centros de desarrollo en todo el territorio provincial, a fin de contener a unos 300 niños y niñas más de entre 0 a 12 años”, finalizó la doctora Benítez.