El manager del Lobo mendocino habló desde Córdoba sobre el histórico ascenso, el trabajo de gestión que sostuvo al plantel y cómo la confianza y la planificación marcaron el camino al éxito. “El logro fue mayor que cualquier oferta”, afirmó.
Joaquín Sastre, pieza clave en la estructura de Gimnasia y Esgrima de Mendoza, reflexionó en el programa Ídolos y Anónimos (Radio Jornada) sobre el reciente ascenso del club, su papel como manager y el desafío de construir una identidad ganadora desde la planificación. “Nosotros teníamos que ser de Primera antes de serlo”, resumió sobre el lema que guió su gestión.
Desde Villa Dolores, Córdoba, Sastre agradeció el reconocimiento mediático —“me queda grande lo de ‘cerebro del ascenso’”, admitió— y explicó que su aporte estuvo centrado en el armado del plantel, la gestión diaria y el acompañamiento emocional de los jugadores.
El dirigente reveló que rechazó ofertas para dirigir en Primera durante la temporada, pero decidió continuar con el proyecto del Lobo: “Fue una renuncia grande, pero el logro fue mayor”.
Como contador público, aplicó herramientas de gestión poco habituales en el fútbol y lideró el scouting de futbolistas desde septiembre del año pasado, buscando nombres en Reserva, B Metro y Federal A. Entre los casos más destacados mencionó a Nau Barbosa, Matías Recalde, Facundo Alencioni y Azareda, jugadores que “se ganaron su lugar desde abajo”.
Con el ascenso consumado, Sastre adelantó que el club ya trabaja en su preparación para la Primera División, enfocándose en mejorar la infraestructura y sumar recursos humanos. “Tenemos que jerarquizarnos en todas las áreas: kinesiólogos, utileros y logística”, señaló.
El manager celebró el logro junto al presidente Fernando y destacó el espíritu colectivo: “La confianza se construyó con el compromiso de todos. Este club es mi casa futbolística”.