Una docente activó el protocolo luego de descubrir que una alumna tenía marcas en el cuerpo. La investigación judicial confirmó los golpes y derivó en la detención de los adultos responsables.
Una situación de violencia intrafamiliar conmocionó a la comunidad de San Martín. Todo comenzó cuando una maestra de la Escuela Nº 1-298 José Hernández notó que una alumna de 6 años presentaba golpes y moretones en distintas partes del cuerpo. Al preguntarle qué había ocurrido, la niña relató que era agredida en su casa por su padre y su madre, quienes supuestamente la golpeaban con un cinturón y una manguera.
Intervención inmediata y denuncia
Frente a la confesión de la menor, la docente realizó la denuncia correspondiente y se activó el protocolo de intervención. La niña fue trasladada al Hospital Perrupato, donde profesionales médicos constataron las lesiones compatibles con maltrato. Las primeras pericias indicaron que las agresiones provenían de la pareja de la madre, un hombre de 30 años.
Otra menor también fue asistida
Horas más tarde, la hermana mayor de la víctima, de 14 años, también fue derivada al hospital para ser examinada, con el objetivo de determinar si había sufrido episodios similares de violencia.
La causa judicial y las detenciones
El caso tomó un giro clave cuando una de las abuelas de las menores se presentó ante la Justicia y formalizó la denuncia. En conjunto con el Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI), se corroboraron los hechos denunciados y se sumaron los informes médicos y testimonios como pruebas centrales.
Tras las primeras medidas judiciales, el padrastro de la niña fue detenido, mientras que la madre también fue imputada por su presunta participación en los hechos de violencia.