El ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, anunció el fin del sistema aéreo de siembra de nubes y defendió la decisión al afirmar que la técnica “no tiene rigor científico”. Los fondos se destinarán ahora al Fondo Compensador Agrícola.
El Gobierno de Mendoza decidió poner fin a la lucha antigranizo, una medida que marca un cambio estructural en la política de protección agrícola. Según explicó el ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, la decisión responde a la falta de evidencia científica que respalde la eficacia del sistema aéreo de siembra de nubes con yoduro de plata.
Una decisión basada en la evidencia
Vargas Arizu fue categórico al afirmar que el método “no es efectivo, no tiene rigor científico”, y que por esa razón se resolvió reorientar los recursos hacia herramientas con resultados concretos.
El ministro calificó la siembra de nubes como un “placebo” para el productor: “En laboratorio puede verificarse, pero en la naturaleza no sirve. No hay dos nubes iguales, ni dos condiciones iguales, entonces no es verificable”, explicó.
Según detalló, la conclusión está respaldada por científicos, el Centro Espacial de la Comunidad Europea de Roma y meteorólogos de distintos países, quienes coinciden en la imposibilidad de comprobar el efecto del yoduro de plata sobre la formación del granizo.
Tres décadas de resultados cuestionados
La desconfianza en la eficacia del sistema no es nueva. Vargas Arizu recordó que, a lo largo de sus 30 años de implementación en Mendoza, la lucha antigranizo “nunca fue rentable para la provincia”.
Aunque el método podría modificar levemente la caída de piedra, “lo demás es como un placebo”, señaló. “Hace 30 años que tenemos lucha antigranizo y siempre ha caído granizo. No es comprobable”, añadió.
Estas observaciones consolidaron la decisión del Ejecutivo provincial de suspender la actividad aérea y concentrar los recursos en mecanismos más verificables de asistencia.
Reorientación hacia el Fondo Compensador Agrícola
Con la eliminación del sistema aéreo, el Gobierno decidió fortalecer el Fondo Compensador Agrícola, considerado una herramienta más eficaz y con resultados comprobables.
“Ahora ponemos todos los fondos en eso”, remarcó el ministro, al destacar que el esquema de pagos directos a productores asegurados “funcionó muy bien el año pasado y se repite este año”.
El sistema beneficia a los productores que cuentan con seguro agrícola, quienes abonan solo el 30% del valor total del programa, mientras que el 70% restante es cubierto por el Estado. De esta forma, se promueve la adhesión y se reduce el impacto de los eventos climáticos extremos.
Asistencia directa y control de daños
El mecanismo funciona de manera simple: los productores inscriptos en el RUP presentan la denuncia por daños de granizo y la provincia verifica el área afectada mediante radares. Luego, ingenieros agrónomos evalúan las pérdidas y se concreta el pago compensatorio.
Con este cambio de enfoque, Mendoza busca dejar atrás una tecnología costosa y de efectividad dudosa para avanzar hacia un esquema de asistencia directa, medible y rentable que brinde mayor certidumbre al sector agrícola.
