Germán José Quintana Avalis fue el primer artista con discapacidad que subió al escenario del Frank Romero Day. En este 2023 celebra dos décadas de actuación en la Fiesta Nacional de la Vendimia
“Soy un artista, mendocino y cuyano. Me gusta bailar, pintar cuadros, soy músico, toco la flauta y el piano”. Con la claridad de estas palabras se presenta uno de los bailarines con mayor experiencia y reconocimiento en el medio artístico local.
Germán fue el primer bailarín con discapacidad que tuvo la Fiesta Nacional de la Vendimia. Ese es uno de sus mayores orgullos, porque siente que a su paso abrió puertas. No solo ha participado en una veintena de actos centrales; su trayectoria abarca un sinfín de vendimias departamentales y festivales provinciales.
En esta temporada vendimial 2023, divide su tiempo entre numerosos ensayos, ya que será parte de los festejos en Las Heras, Ciudad. Y, por supuesto, actuará en Juglares de Vendimia, un canto a la naturaleza, bajo la dirección general de Franco Agüero, los días 4, 5 y 6 de marzo.
Inclusión
En 2003, como muchos otros artistas, rindió su primer casting para formar parte de la Fiesta Nacional de la Vendimia. El jurado ponderó su destreza en las danzas folclóricas y fue así que se integró a la puesta en escena de Hileras del corazón, con línea argumental de Rafael Golondrina Ruiz y la dirección general Vilma Rúpolo.
En esa oportunidad y con el apoyo de su familia, especialmente de Nelda, su mamá, se convirtió, con solo 20 años, en el primer artista con síndrome de Down en bailar sobre el escenario del teatro griego. Así, gracias a su propia determinación, fue el encargado de dar paso a una nueva etapa fundamental en la inclusión e hizo historia.
Al cumplir este año su vendimia número 20, Germán asegura estar “contento, porque me gusta mucho esto y hago lo posible para estar con mis colegas bailarines, los artistas y la gente, me siento muy cómodo por cómo nos cuidan y el apoyo que nos dan, soy feliz”.
Formación
Su preparación artística comenzó hace dos décadas. Desde entonces integró numerosos cuerpos de baile en distintos ballets, como Huellas Gauchas, el Ballet Folclórico de la Ciudad de Mendoza y el Ballet Aluminé, entre otros. Con el acompañamiento de distintos profesores y profesoras, fue forjando su carácter como bailarín y su crecimiento artístico. Tiene un amplio conocimiento en danzas como gato, cueca, chacarera y malambo.
Con cada una de estas formaciones conquistó numerosos escenarios y demostró que su actividad artística es una forma de integración. Un medio para demostrar que somos todos iguales y podemos desarrollarnos bajo los mismos derechos.
Familia
En palabras de Guillermo Quintana, su papá: “Cuando nace una persona con discapacidad, en este caso con síndrome de Down, a los padres se nos presenta un desafío y, en mi caso, desde el momento en que nació me propuse darle las mejores posibilidades de desarrollarse. Entonces, cuando surgió la oportunidad para que empezara a bailar, lo acompañamos y viéndolo, sin saber yo de folclore, noté algo particular que sobresalía de él. Cómo se integraba al grupo y su habilidad para seguir las pautas coreográficas, tanto en ballets de personas con o sin discapacidad, y su interés por absorber las distintas enseñanzas que le imparten y la felicidad que le produce”.
El 2003 fue un año en que cambió la vida no solo de la familia Quintana Avalis sino que significó el inicio de una nueva etapa en el proceso de inclusión como sociedad. Según recuerda Guillermo: “Esa, su primera Vendimia, fue una locura para nosotros como familia y verlo con la soltura, la autoridad, el respeto y la disciplina con que se movía. Significó para nosotros una felicidad enorme y ver que socialmente tu hijo es aceptado y tiene la oportunidad que él mismo se ganó. Su mamá y yo solo hemos sido herramientas, pero lo que vale es su determinación. Esto es un orgullo muy grande porque trasciende lo que uno pudo enseñarle día a día”.
Premiado
Desde hace varios años, previo al inicio del acto central, la Asociación Argentina de Actores entrega el premio “David Blanco”, en homenaje a figuras del medio artístico. Así, en cada edición de la Fiesta Nacional de la Vendimia, diversos artistas y hacedores culturales reciben este galardón. En 2008 fue otorgado, entre otros, al bailarín Germán Quintana Avalis, como personalidad destacada por su trayectoria en las fiestas vendimiales, por su dedicación, talento y compromiso artístico.
Con Juglares de Vendimia, un canto a la naturaleza, bajo la dirección de Franco Agüero, este excepcional bailarín lasherino cumple sus 20 años de Vendimia. Es, sin dudas, un verdadero artista que revolucionó su época y ha realizado a lo largo de su carrera un valioso aporte a la cultura mendocina.
En igualdad de derechos
El Gobierno de Mendoza, a través del Ministerio de Cultura y Turismo, creó el Área de Accesibilidad y Sustentabilidad, perteneciente a la Dirección Producción Cultural y Vendimia. Por primera vez en Vendimia se generó un área destinada a la creación y supervisión de medidas que aseguren una accesibilidad efectiva a personas con discapacidad.
Un aspecto fundamental en este sentido que promueve el área es trabajar diversos aspectos a partir de la concientización de la inclusión, la sensibilización y la educación de quienes trabajan en la producción de la Fiesta Nacional de la Vendimia.
Entre otras medidas, se desarrollan diversas capacitaciones destinadas al personal afectado a Vendimia, integrado por supervisores de las distintas áreas, asistentes y equipos de trabajo. De esta manera se continúa impulsando una cultura más accesible e inclusiva. Se hace con la firme convicción y propósito de que las personas puedan adoptar una nueva forma de concebir la sociedad, donde las corporalidades sean valoradas en su totalidad.