Luciano Ezequiel Bento (28) hijo del juez federal de Mendoza, Walter Bento, acusado de corrupción cuando estuvo a cargo del Tribunal Federal Número 1 de Mendoza, finalmente declaró en la causa y pidieron su procesamiento
Uno de los hijos del juez federal Walter Bento, quien está procesado como jefe de una asociación ilícita dedicada a cobrar coimas a cambio de beneficios a ciertos presidiarios, quedó complicado en la misma causa sospechado de haber lavado dinero de los actos que se le investigan a su padre.
Se trata de Luciano Ezequiel Bento (28), quien desde el año pasado venía esquivando los requerimientos de la Justicia Federal de Mendoza, fue indagado hoy miércoles -15 de febrero- tras lo cual el fiscal Dante Vega solicitó su procesamiento y ahora el juez Eduardo Puigdéngolas deberá decidir en los próximos 10 días si avanza según lo solicitado.
De prosperar el pedido de Vega el joven, quien es abogado, deberá merecer el mismo trato que su padre en calidad de acusado de varios delitos por los que es investigado en lo concerniente al dinero proveniente de actos ilegales en la provincia de Mendoza.
El joven venía dilatando la indagatoria desde marzo de 2022 cuando inició una serie de acciones que trataron de justificar su incapacidad para hacerlo presentando diversos certificados sobre su salud mental.
Lo mismo había ocurrido con su hemano Nahuel, quien había solicitado la intervención del Cuerpo Médico Forense aduciendo trastornos por estrés luego de que su padre fuera detenido causando un escándalo en la Justicia Federal de la provincia cuyana.
Walter Bento, abogados y hasta personajes marcados por el pago de coimas, forman parte de los 30 sospechosos que tiene la megacausa, bautizada como BentoGate. Desde mayo de 2021 todos fueron allanados y algunos todavía continúan en la cárcel.
Con el paso de los días, la mujer del magistrado y también sus hijos quedaron en el ojo de la tormenta cuando los acusaron por lavado de dinero.
Desde ese momento, Nahuel y Luciano fueron citados a declarar por adquirir inmuebles, explotar locales comerciales y participar en la compraventa de automóviles para darle apariencia lícita a dinero proveniente de presuntos actos de cohecho.