Por CAROLINA JACKY / “El anillo se cierra”, quinto libro sobre la Segunda Guerra Mundial escrito por Winston Churchill, donde se relata como se llevo adelante la estrategia para el famoso Día D.
En aquellos tiempos la idea era armar un anillo para rodear y controlar Alemania, como así también todo lo que sucedía en la relación con los aliados.
Argentina se encuentra viviendo los últimos días donde se decidirá si las herramientas jurídicas impulsadas por el Presidente son aprobadas, la atención pasa por el Congreso de la Nación. El plan también intenta rodear y controlar una oposición que está en las antípodas ideológicas del oficialismo actual.
La idea de esta nota es poner claridad sobre los mecanismos de aprobación de estas normas y las posibilidades de que sean o no aprobadas.
En el caso del DNU, este debe pasar por la Comisión Bicameral, la que tiene un plazo para tratarlo. Esa Comisión no ha podido constituirse a la fecha. El Senando nombro sus representantes, pero Diputados no lo hizo.
Vencido el plazo de la Comisión Bicameral debe ser tratado por la Cámara de Diputados y la de Senadores, y cualquiera de ellas que lo apruebe, queda firme. No requiere la aprobación de ambas Cámaras.
EL PEZ POR LA BOCA MUERE
Los DNU tienen fuerza de ley, pero a diferencia de una ley que requiere la aprobación de ambas Cámaras, el DNU solo necesita de una de ellas. Esto es así por una ley que impulsó Cristina Fernández cuando su esposo era Presidente de la República.
Lo que no tiene lógica ni sentido común y sirvió para unos hoy le sirve a otro.
Sin dudas esto hace que cualquier DNU tenga más posibilidades de sobrevivir como ley que cualquier otra que pretenda serlo en forma normal.
También los DNU quedan firmes con el paso del tiempo, por lo que para poder rechazar el mismo se requiere que sea rechazado por ambas Cámaras del Congreso.
CONCLUSIÓN: El DNU del que todos hablan tiene todas las probabilidades de quedar firme, quedando solo la discusión judicial del mismo.
Hoy el DNU esta vigente.
Respecto a lo que se puede esperar del Poder Judicial habrá que ver si prosperan las demandas colectivas o solamente queden las inconstitucionales para casos individuales y puntuales.
Si me piden una opinión profesional, me inclino más por las inconstitucionalidades en casos individuales y concretos, donde la Corte Suprema será la gran protagonista, de la que se puede esperar algún fallo bastante salomónico, de esos que no llegan a conformar totalmente.
Nos queda la Ley Omnibus, que tiene como particularidad que en un artículo refiere a aprobar el DNU, o sea que esto permitiría negociar la aprobación del DNU y realizar un cambio con la aprobación de la Ley Omnibus.
Por lo que hoy se observa hay distintos sectores de diputados que han logrado reformar algunos temas de esta ley, y hasta se habla de retirar de esa ley algunos temas sensibles.
Habría bastante acuerdo en las normas de desregulación y de índole económica por parte de diputados que permitirían un despacho en mayoría, y de ser así un tratamiento en el recinto con muchas posibilidades de lograr su aprobación.
Según algunas fuentes, ante esto, la CGT tendría intención de adelantar el paro del 24, ya que si diputados decide trabajar el próximo fin de semana, se puede precipitar la entrada del proyecto al recinto.
EL ANILLO SE CIERRA, y lo importante es tener en cuenta que el DNU, prácticamente sera un hecho, a discutir en la Justicia, pero la ley omnibus, con reformas va en camino de pasar la Cámara de Diputados, quedando después el Senado otro espacio donde los Gobernadores tendrán mucho que decir, y el Gobierno, mucho que escuchar.
De realizarse reformas en el Senado, deberá volver a Diputados, y siempre quedará el veto o no del Poder Ejecutivo, y después el control de constitucionalidad que siempre esta a cargo del Poder Judicial.