A la marcha, a la explanada de Casa de Gobierno, programada por los productores que reclaman por la reactivación de la lucha antigranizo con aviones se sumará la de los repartidores de Pedidos Ya.
Por CARLOS FERNÁNDEZ / El Gobierno de Mendoza se prepara para -el martes 23 de julio- una de las jornadas más intensas que deberá enfrentar durante la semana. Y que podría ser motivo de un día clave, tanto para trabajar tanto contra la inseguridad como por una de las contingencias climáticas más preocupante de los productores agrícolas: el granizo y la piedra que caen del cielo. Amén de las heladas o los efectos nocivos del Viento Zonda.
Desde la semana pasada es que los trabajadores de la tierra se han organizado para marchar desde todos los oasis de la provincia cuyana ya que protestarán para presionar por la reactivación de la lucha antigranizo con la siembra de nubes tormentosas, con aviones, de yoduro de plata, además por la continuidad del IDR y del seguro agrícola.
A la iniciativa se sumó en las últimas horas el malestar generalizado por los repartidores de Pedidos Ya, y de otras plataformas similares, quienes se manifestarán públicamente por la ola de delitos que denuncian venir sufriendo ante los hechos de inseguridad de los que son protagonistas.
Hastiados y asustados ante los robos y asaltos, estos trabajadores, en su mayoría jóvenes, visibilizarán la inseguridad que protagonizan a diario en su labor que se desarrolla en la calle. “Queremos expresar nuestra total indignación y bronca por la cantidad de robos y asaltos que padecemos a diario, poniendo en riesgo nuestras vidas”, manifestaron en un comunicado.
En el caso de los agrícolas, en su mayoría vitivinícolas, la protesta está centrada en las idas y venidas que demostró el Gobierno de la provincia cuyana luego de que su ministro de Producción, Rodolfo Vargas, decidiera desactivar la lucha activa antigranizo con fines de ajuste presupuestario. Una vez anunciada, el mismo gobernador, Alfredo Cornejo, dijo que iba a ayudar a los productores del Sur de Mendoza con la implementación de un programa similar aunque más acotado, postura que cayó mal en el Este local. Provocando el envío de una dura nota al cuarto piso de Casa de Gobierno con la firma de los intendentes de San Martín, Raúl Rufeil, de Junín, Mario Abed y de Rivadavia, Ricardo Mansur.
El reciente fin de semana además se conoció el pedido de Rufeil de redireccionar “los fondos de la lucha antigranizo” con el fin de idear un plan alternativo para atemperar el temor de las precipitaciones de los meteoros que poseen el poder de lastimar a una planta a tal punto de matarla o que no pueda recuperarse durante unos dos años.
El jefe comunal del Este mendocino señaló con preocupación que cada vez hay más familias que abandonan el trabajo agrícola. “Por eso quiero que se trabaje mucho en el seguro, quiero que empecemos a trabajar también ayudándolos con la malla pero eso a mediano plazo porque ahora necesitamos de forma urgente que el Estado provincial redireccione los fondos necesarios que se utilizaban para la lucha agrícola para el seguro agrícola que sea efectivo y que ayude para seguir trabajando”, apuntó.
A tono con los productores del Este, el miércoles 10, los intendentes de San Martín, Junín y Rivadavia firmaron una nota donde manifestaron su descontento por la determinación de eliminar el sistema de mitigación de granizo de la provincia de Mendoza.
“Nuestra oposición se fundamenta en la naturaleza intempestiva de esta decisión, la falta de fundamentos tecnológicos que demuestren su ineficiencia y la ausencia de consulta con los sectores de la producción y con quienes suscriben esta carta”, dice uno de los párrafos que firmaron al pie Mario Abed, de Junín, Raúl Rufeil de San Martín y Ricardo Mansur de Rivadavia.
Claro que hicieron hincapié en la iniciativa del Sur de Mendoza, especialmente gestada en el departamento de San Rafael: “Nos sorprende que otros departamentos pretendan asumir la administración del mencionado sistema en una situación económica difícil, especialmente cuando el mismo Gobierno lo considera costoso e ineficiente”.