La comunidad swinger creó a lo largo de su historia un vocabulario en código con el que nombran distintos roles y prácticas en torno a esta forma de mantener relaciones sexuales, como “unicornio” y “vainilla”, mientras para identificarse entre ellas y ellos elaboraron símbolos que muchos deciden llevar tatuados en la piel.
“A las chicas solas las llamamos ‘unicornio’, a los chicos solos ‘single’, las parejas son ‘swinger’. Hoy en día hay una apertura y entonces hay parejas que buscan single, otras unicornios, otras parejas”, contó a Télam Germán Magallán, creador de la productora “Secretum” de contenidos audiovisuales y eventos de la comunidad swinger.
A las personas que no practican el swingerismo los llaman “vainilla”; un “amigo horizontal” es aquella amistad del ambiente swinger y “amigo vertical” es aquel externo a la cultura; alguien que solo observa a otros tener relaciones sexuales es “voyeurista”; mientras a la iniciación de una persona dentro de este mundo la llaman “evangelizar”.
A lo largo del mundo hay distintos símbolos que identifican a la cultura “sw” (swinger). Entre ellas, la silueta de un columpio en rojo se hace presente en distintos países, mientras el dibujo de una piña al revés prevalece sobre todo en Europa.
La palabra “swinger” deriva de “swing” que refiere a la “oscilación” o al “columpio” ya que en su origen esta práctica implicaba el intercambio de parejas, es decir, oscilar entre una y otra pareja sexual.