Con una votación ajustada y una abstención masiva de Unión por la Patria, la Cámara de Diputados aprobó la incorporación de la redacción original del Impuesto al Tabaco con 82 votos positivos, 77 negativos y 69 abstenciones
Por CAROLINA JACKY / Nunca mejor dicho cuando un privilegio pone en jaque la transparencia de un proyecto de ley fundamental en estos tiempos de Argentina.
Un beneficio impositivo a favor de Tabacalera Sarandí era eliminado en la Ley Bases original, aquella que luego fue retirada del Congreso de la Nación.
En la nueva y reducida Ley Bases, nuevamente apareció el fantasma del Señor del Tabaco, y el lobby sobre los diputados para evitar ese impuesto, que otros pagan pero que la Tabacalera Sarandí no.
Si algo es la perfecta definición de “casta”, es todo lo que rodea esta parte de la Ley Bases.
Quiénes están a favor o en contra y qué reciben unos y otros? Nada es gratis en este caso.
Cuando no se actúa con claridad ni transparencia, cuando los argumentos no son convincentes, cuando no se puede explicar porque una desigualdad en que unos pagan impuestos y otro no lo paga, cuando esto sucede, hasta la mejor idea puede naufragar, en este caso la Ley Bases.
Hoy se levantan voces denunciando el modo como se computaron los votos en el tema del tabaco, y esas voces anuncian que recurriran a la justicia para atacar el proyecto de ley que ya está en camino al Senado.
El Senado tiene la posibilidad de realizar cambios en el proyecto de ley, por lo que la justicia no debería intervenir hasta ver que realiza el Senado, y lo que suceda cuando ese proyecto vuelva a Diputados.
Tendrían que respetar la división de poderes, algo que muchos dirigentes no respetan, pero si respetan sus bolsillos, y no los del pueblo.
EL FANTASMA DE LA CORRUPCIÓN
Nuevamente aparecen estos síntomas de corrupción, donde el lobby de alguno busca mantener privilegios, y otros son beneficiados por otorgarlas.
Verdad o mentira, cómo saber por donde pasan los intereses y como se pagan los favores.
EL PUEBLO QUIERE SABER DE QUE SE TRATA
El Poder Ejecutivo tiene el poder de solicitar el levantamiento del secreto bancario sobre el Señor del Tabaco, sus familiares y empresas, como así también de todos los que con sus acciones o votos permitieron este privilegio.
De una vez por todas es hora de que se termine con los “intereses creados” y que se de respuesta al pueblo.
Los jubilados, los asalariados, los monotributistas, la gente común no hace lobby, pero vota y hace un gran esfuerzo día a día.
Por ellos es urgente que se vaya a fondo, con todo, siguiendo la ruta del dinero.