De Marchi no solo levantó el perfil en las últimas semanas con sus críticas al gobernador Rodolfo Suarez sino que también enfrentó a Patricia Bullrich, por su relación con Alfredo Cornejo. No ocultó su intención de ser el próximo gobernador de la provincia cuyana
Luego de las dos primeras semanas de enero marcadas por la centralidad de Horacio Rodríguez Larreta y sus aliados, una presencia en la agenda que tuvo la ayuda del fallo de la Corte Suprema sobre los fondos coparticipables, los “halcones” del PRO vuelven al ruedo en la segunda parte del mes, con apariciones y recorridas para dar batalla en la interna opositora.
El año electoral comenzó con Larreta y los dirigentes de la coalición que les son más cercanos, entre ellos el gobernador jujeño Gerardo Morales y la referente de la Coalición Cívica Elisa Carrió, avanzando varios casilleros en su exposición pública. No muy lejos de Larreta, en Mendoza, el referente de Luján de Cuyo, Omar De Marchi, no solo puso de mal humor al gobernador Rodolfo Suarez, por sus críticas a la gestión provincial, sino que levantó cabeza anticipando su candidatura para ocupar el sillón de San Martín.
Antes de que eso ocurriera, Larreta había generado una cumbre opositora en Mar del Plata en los primeros días del año, en la que se mostró con Martín Lousteau, Diego Santilli y el propio Morales y donde más allá de las fotos de rigor, incluida la foto que imitaba la tapa del disco ‘Abbey Road’ de Los Beatles, juntaron a sus equipos técnicos y mostraron una alianza entre los sectores presuntamente “moderados” del PRO y de la UCR.
A estas primeras reuniones, siguieron dos encuentros entre el gobernador jujeño y Carrió, en los que ambos convocaron además a sus principales colaboradores, para intercambiar planes de Gobierno.
Larreta luego visitó La Pampa, mientras que la provincia de Córdoba fue también el destino elegido por el alcalde porteño y el titular del Comité Nacional de la UCR para nuevas recorridas de verano.
Ante este avance de las “palomas”, como se identifica dentro del PRO al sector de Larreta, los “halcones” -o sea Mauricio Macri, Patricia Bullrich y aliados- decidieron dar batalla. Y allí fue que también apuntó De Marchi, criticando a Bullrich de mantener un pacto con Alfredo Cornejo y en el plano provincial, acusando al Gobierno de Mendoza de abonar otro acuerdo con el massismo. Duras expresiones que causaron un simbronazo en el seno del Frente Juntos por el Cambio.
El propio Macri apareció días pasados en las playas marplatenses para presentar su libro “Para qué”, en el que presenta sus ideas sobre cómo debería ser una segunda gestión de la coalición Juntos por el Cambio, en caso de un triunfo opositor en las presidenciales de este año.
En ese libro, propone que a partir del 10 de diciembre se implemente “una agenda de cambios radicales” que esté en sintonía con el “resurgimiento del ideario liberal” que, en su opinión, debe basarse en “la reducción drástica del déficit fiscal” y “el control por parte del Estado del orden público”, entre otras medidas de ajuste y recorte de la inversión pública.
Macri reforzará su posicionamiento este fin de semana, en el que tiene previsto compartir un encuentro con legisladores del PRO de todo el país en la ciudad de Bariloche, donde exhibirá una agenda atravesada por el conflicto con algunas comunidades mapuches en esa región cordillerana.
El expresidente aún no definió si será precandidato presidencial, y esta definición se aguarda recién para marzo o abril.
También regresa al ruedo Patricia Bullrich: la titular del partido PRO, que también apuesta a competir por la Casa Rosada, arrancó su propia gira de campaña, con una primera parada en Corrientes, tras unas vacaciones en Brasil.
La elección de esa provincia no fue casual: es gobernada por Gustavo Valdés, radical que no comulga con el jujeño Morales, el titular del partido que justamente se había mostrado con Larreta en el inicio del verano.
Bullrich visitará también otros puntos del país, y tiene previsto reunirse con Macri luego de que fracasara la cumbre de principios de año entre el propio expresidente y el jefe de gobierno porteño, producto de la falta de acuerdos entre ambos.
Con el correr del verano, y también ante el avance del año electoral, se acelera la pelea opositora en “la madre de todas las batallas“, como se denomina en el ámbito político a la provincia de Buenos Aires, por concentrar el 38% del padrón de electores nacionales.
En las últimas horas se lanzó como precandidato a gobernar Buenos Aires el radical Maximiliano Abad, quien al encabezar el acto como precandidato exhibió amplios respaldos de su propio partido.
En la disputa por la gobernación, de Buenos Aires, también se anota Martín Tetaz, aunque con menos chances y respaldos, quien por estas horas arranca gira por la Costa Atlántica para instalarse como precandidato, en este caso representando al sector del partido llamado Evolución que tiene como referente nacional al senador Martín Lousteau.
Otro dirigente del PRO que pretende sumar su nombre a la lista de anotados para competir por la gobernación es el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, quien inició una amplia gira por la Costa Atlántica y ya camina la Provincia avalado por Macri.
Por su parte, Diego Santilli, el candidato bonaerense de Larreta, sigue sus recorridas por la provincia de Buenos Aires, y esta semana realizó una visita al partido de Pergamino, donde mostró preocupación por el panorama que enfrentan los productores rurales afectados por la sequía.