En abril de 2022 Leonel Agustín Peralta tuvo un ataque de ira y arremetió contra su pareja y su beba que ingresó al Hospital Gailhac muerta. Durante la autopsia se observaron distintas lesiones en el cuerpo de la pequeña hija.
En un sorprendente y doloroso fallo dado a conocer en Mendoza, un joven que, en abril de 2022, arremetió a golpes contra su bebé de dos meses, admitió su responsabilidad y aceptó una condena leve.
Leonel Agustín Peralta recibió una sentencia de tres años de prisión por homicidio culposo en un juicio abreviado.
El acusado, quien se encontraba bajo custodia desde el año pasado, afirmó haber atacado a su pareja tras una disputa. La pareja había comenzado a convivir recientemente, mudándose juntos solo cinco días antes del trágico suceso.
Esta sentencia generó indignación debido a que el Tribunal no impuso la prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo, sino que redujo la pena al considerar que Peralta era culpable de un delito diferente.
El fallo determinó que Peralta cometió homicidio culposo al “causar la muerte a otro por imprudencia, negligencia o impericia”.
La pena fue acordada entre el fiscal Carlos Torres y el defensor Armando Chalabe, y fue ratificada por la jueza técnica Nancy Lecek.
El caso de la beba asesinada a golpes
El trágico suceso ocurrió el 1 de abril de 2022, en Las Heras, Mendoza, cuando Solange Díaz, la madre de la niña, y Peralta se habían mudado juntos recientemente. Tras una pelea, se produjo el homicidio de la niña, y ambos la llevaron al Hospital Héctor Elias Gailhac, donde se confirmó su fallecimiento.
La investigación se inició al observarse signos de violencia en la menor, y una necropsia reveló la gravedad de los maltratos: “El cuerpo presentaba moretones en ambos párpados superiores, en la mejilla derecha, dos heridas raspadas y costras en el sector izquierdo del cuello, un moretón en la nuca y otras dos manchas moradas en el lado derecho del cuello. Además, un moretón subdural que dañó el hemisferio derecho del cerebro”.
Cuando la noticia se difundió, conocidos del joven revelaron su insensible reacción: “Se me murió la guacha, pero bueno, ya está, qué le vamos a hacer”.
En cuanto al papel de la madre de la víctima, los investigadores afirmaron que se declaró inocente y fue apartada del caso debido a sus repetidos antecedentes de violencia de género, según la declaración de testigos.