YPF recibirá en los próximos días un equipo que marcará el inicio de la exploración no convencional en Vaca Muerta en la zona que le corresponde a Mendoza
El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suarez, anunció que las proyecciones de YPF para explorar el sector mendocino de Vaca Muerta son para la primera quincena de marzo.
La petrolera de bandera nacional pactó con Mendoza una inversión de 17 millones de dólares, se confirmó la prórroga de la concesión de la zona por 10 años y se terminó el trabajo de las locaciones que preparó la petrolera.
Desde noviembre se avanzó en la preparación del terrenos, asegurando los accesos y ensanchando los caminos para poder acceder a la zona con toda la logística que requiere la etapa de perforación.
Una vez que arribe el equipo perforador, en él trabajarán unas 70 personas en uno de los pozos horizontales, y más tarde en el segundo durante la primera mitad del año.
En el Gobierno de Mendoza no disimulan esperanzas por los resultados que se pueden obtener en dicha exploración, el siguiente paso a la exploración anunciada.
Saben que las tareas de exploración pueden tardar unos tres meses, pero a la vez entienden que si los resultados son positivos esa sería la puerta para avanzar con la perforación y explotación de otros 150 pozos en dos bloques. De hecho el mismo Suarez estimó hace tiempo atrás que el proyecto puede generar una “potencial inversión de 400 millones de dólares”.
Desde el gobierno, adelantaron que una vez que culmine esta primera parte de los trabajos, para la que el plazo estimativo es de tres meses, debería comenzar la de fractura, que es la técnica que se utiliza para la extracción, en este caso del petróleo que está asentado en las rocas y que fue aprobada por especialistas al evaluar el impacto ambiental del proyecto. Esta segunda etapa ya sí demandará la presencia de más equipos, logística y tiempo, que demoraría otros 5 meses más.
De hecho el director de Hidrocarburos de Mendoza, Estanislao Schilardi, confirmó datos precisos el sitio especializado Más energía de Neuquén.
“En un principio se iban a hacer los pozos guías con un equipo más liviano para después meter el equipo pesado y hacer las ramas horizontales pero, finalmente, se decidió que van a ir con el pesado para hacer los pozos enteros”, explicó.
La importancia de estas actividades petroleras en el Sur de Mendoza están dadas por un lado por la inversión de 17 millones de dólares comprometida en el convenio que se firmó a mediados del 2021 con el Gobierno provincial, y por otro lado por lo que YPF pudiera llegar a descubrir en este proyecto piloto que se trata de la construcción de un pozo vertical de 2.500 metros de profundidad en el área CN-VII A y dos pozos de 1.000 metros en su rama horizontal, uno en dirección al área CN-VII A y otro en dirección al bloque Paso de las Bardas Norte.
Dicen desde la empresa que hoy se ha revalorizado ese potencial geológico no convencional del área en función de los cambios tecnológicos, la fluctuación del precio del crudo producto de cambios geopolíticos, y la posibilidad de acceder a mercados internacionales que en otro momento era impensados o no demandaban estos productos.
Respecto de la infraestructura, el convenio que se firmó hace más de un año y medio reza en su cláusula segunda que tanto YPF como la Provincia trabajarían juntos para fortalecer las instalaciones del futuro polo industrial Pata Mora y el centro logístico de Potasio Río Colorado, lo que maximizará los beneficios del proyecto petrolero en Mendoza.
En relación a ello, el Gobierno expropió “de urgencia” unas 3.500 hectáreas y a principios de enero formó un fideicomiso que tiene como objetivo avanzar en la administración, planificación, ejecución de estudios, de obras, prestación de servicios y comercialización para la construcción de ese polo, que acarrea una inversión cercana a los U$S 150 millones.
En el mientras tanto, YPF ya cuenta con una base, en buena parte administrada por Mendoza, pero del otro lado de Río Colorado, en El Portón (Neuquén). Desde allí se operarán camiones, talleres, la gastronomía y demás recursos necesarios para la operatividad del proyecto.