Por CAROLINA JACKY / Una Justicia que no da respuesta y un procedimiento que atrasa y tiene responsables.
Hace unos años atrás la Vicegobernadora de Mendoza convocó a distintos sectores y personas para avanzar en una legislación a favor de los derechos de mujeres, niños, niñas y adolescentes.
Un día apareció un proyecto de Código Procesal de Familia, ya hasta su título denotaba la ignorancia de sus autores en materia de perspectiva y violencia de género, se lo denominó “CÓDIGO PROCESAL DE FAMILIA Y VIOLENCIA FAMILIAR”.
Quienes así lo titularon se olvidaron que desde la Ley 26.485 en adelante, no debíamos usar más el término violencia familiar, sino “violencia doméstica”, y esto marca una diferencia importante que demuestr la ignorancia y falta de capacitación de los autores e impulsores de esta norma.
Si sos víctima del mal trato de la Justicia de Familia y de la falta de respuesta oportuna, esto se lo debes, en parte, por la no aplicación de la Ley 26.485. Los jueces de familia siguen trabajando con la, prácticamente derogada ley 24.417.
La 26.485 en su artículo 42, nos dice: “La Ley 24.417 de Protección contra la Violencia Familiar, será de aplicación en aquellos casos de violencia doméstica no previstos en la presente ley.” Hoy solo se salva el art. 5 de esa vetusta ley, que hasta hoy aplican nuestros jueces.
En aquel entonces se le hizo saber a la Ingeniera, Sra. Vicegobernadora de las falencias de dicha norma, pero el Poder Ejecutivo Provincial ya tenía decisión tomada, al mejor estilo manus militaris, sin escuchar a nadie ordenó a la Legislatura aprobar el proyecto.
No existe un dictamen de la Dirección de la Mujer de la Corte, en ese entonces a cargo de la Dra. Stella Spezia, tampoco de la Dirección de Género y Diversidad de la Provincia de Mendoza, a cargo en ese entonces de la Licenciada Silvina Anfuso, tampoco lo hay de la Dirección de Enlace del Ministerio Público Fiscal a cargo de la Dra. Rosana Dottori. Extraño de que no exista opinión de estas areas tan sensibles e importantes en esta materia.
Cuando un gobernante tiene mayorías en diputados y senadores, y un espíritu poco democrático, impone sus proyectos sin consultar opiniones, hace su voluntad, y a veces le sale mal. Esta vez la “revolución de lo sencillo” le salió mal a la gente, a padres, madres, niños, niñas y adolescentes, y esto lo sabe quien haya tenido que transitar o transite actualmente los juzgados de familia.
Los jueces, también dependientes, muchos nombrados por un Consejo de la Magistratura dominado por el Ejecutivo, y con un Jury de Enjuiciamiento, también en poder del Ejecutivo, los determina para no oponerse, a no plantear la inconstitucionalidad de varios artículos de este Código de Procedimientos que los lleva a HACER INJUSTICIA. Un Estado en estas condiciones no honra al sistema republicano, no acepta otra opinión, no discute, impone y hoy por ese capricho, que no corrige, lo lleva a proteger a sus funcionarios.
Todos callan, nadie es responsable, los autores intelectuales de ese proyecto se ocultan de la gente creando una impunidad que ahora el Estado, con una Suprema Corte, que también domina, y que te impide HACER VALER TUS DERECHOS. La superintendencia (el control y dirección) de la Suprema Corte respecto al Fuero de Familia ha estado en los últimos años a cargo del Ministro Dr. Julio Gomez, y actualmente a cargo de la Ministra Dra. María Teresa Day, la máxima autoridad y la máxima responsabilidad.
El Poder ha venido protegiendo esta estado de injusticia que vos padeces en los Tribunales de Familia.
Cómo poner orden en aquello que el mismo Poder desordenó.
Es urgente reformar ese Código de Procedimientos, esto es lo que hay que reclamar. Necesitamos una Justicia de Familia que responda en tiempo y forma y que resuelva los temas con la debida diligencia. Esto se puede hacer aplicando la Ley 26.485, desburocratizando los trámites, con los jueces en sus despachos, aplicando las medidas de protección que establece esta ley, y que son de aplicación para mujeres, niños, niñas y adolescentes. Todas las respuestas y soluciones están en esa ley, no hay nada que inventar, pero sí mucho para aprender.
En este caso la Provincia de Mendoza no está en PAUSA, está en RETROCESO, y hay que darle algo más que PLAY.