El presidiario mendocino Hugo Arredondo no estará acusado por intentar asesinar a la magistrada pero sí por intentar escapar del Polo Judicial Penal
La Justicia ha decidido modificar la dirección de la investigación en el caso del ataque sufrido por la fiscal Claudia Ríos a manos de un recluso durante un juicio en el Polo Judicial Penal la semana pasada.
De esta forma, Hugo Arredondo (37), el acusado, se benefició con un cambio en la imputación después de un análisis de nuevas pruebas presentadas en el expediente.
Hasta hace poco, Arredondo estaba imputado por tentativa de homicidio y dos cargos de lesiones leves. La primera hipótesis, basada en el testimonio de una decena de testigos, sostenía que el recluso había intentado apuñalar a la fiscal Ríos con un objeto afilado y, posteriormente, había herido a dos empleados judiciales en un forcejeo cuando intentaron detenerlo.
Sin embargo, esta versión cambió a medida que se incorporaron al expediente las grabaciones de las cámaras de seguridad del Polo Judicial Penal. Dichas imágenes mostraron que el agresor corrió hacia la fiscal Ríos, pero no logró acercarse lo suficiente para apuñalarla, y en su lugar, escapó hacia un pasillo del edificio donde fue reducido por una pasante de Derecho y las fuerzas de seguridad, con la colaboración de la propia fiscal, quien utilizó gas pimienta.
La fiscal a cargo del caso, Andrea Lazo, junto al jefe de Homicidios, Fernando Guzzo, decidieron cambiar la imputación a “tentativa de evasión”, lo que significa que Hugo Arredondo intentó escapar de las autoridades en esa secuencia. De esta manera, se retiró el cargo de tentativa de homicidio, y las dos acusaciones de lesiones están incluidas en la nueva calificación legal.
Este delito tiene una pena máxima que no supera un año de prisión, aunque en la práctica esto no afecta a Arredondo, ya que cumple una condena de prisión perpetua.